Uruguay avanza hacia la creación de una Agencia de Evaluación, Regulación y Vigilancia de Tecnologías Sanitarias (Auvisa), un organismo que tendría independencia técnica y presupuestal, con el fin de fortalecer el control sanitario nacional y abrir el camino a la exportación de productos farmacéuticos, cosméticos y tecnologías médicas.
El proyecto, impulsado por la Facultad de Química de la Universidad de la República, ya fue presentado formalmente al Ministerio de Salud Pública (MSP). La iniciativa responde a exigencias establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que requiere que los países exportadores cuenten con una agencia sanitaria autónoma y robusta para garantizar estándares internacionales de calidad y seguridad.
“El mundo ha elevado las exigencias. O nos adaptamos al camino trazado por la OMS o quedamos rezagados”, advirtió el químico farmacéutico Rubén Cano, integrante del grupo técnico que lidera la propuesta. En Uruguay, actualmente el rol de regulación y control sanitario lo ejerce el MSP, pero Cano señala que se requiere una entidad específica y con autonomía para cumplir con los requisitos de los países importadores.
La futura Auvisa operaría bajo la rectoría general del MSP, pero de forma independiente, sin interferencias políticas ni financieras, y absorbería el Laboratorio de Control de Calidad de Medicamentos, hoy financiado por Rentas Generales. Se estima que la agencia sería autosustentable tras una inversión inicial del Estado, financiándose mediante tasas aplicadas a procesos de elaboración, exportación y un 2,5 % de las ventas, hoy destinadas al fondo común.
Uno de los objetivos estratégicos a futuro es también habilitar la creación de un Instituto de Vacunas nacional, aunque Cano aclara que esto no será posible sin antes contar con una agencia reguladora sólida.
El tema llega al Parlamento con visiones encontradas.
Desde la Facultad de Química se enviará una carta a la Comisión de Salud del Senado para expresar su desacuerdo con el proyecto de ley del senador Pedro Bordaberry, quien propone que Uruguay continúe utilizando la homologación de agencias internacionales en lugar de crear una propia.
Cano fue claro: “Las dos posturas son incompatibles. Sin una agencia propia no hay forma de participar plenamente del mercado internacional de productos sanitarios”.