Vera Vigevani de Jarach, una de las referentes más conocidas de la asociación Madres de Plaza de Mayo, falleció a los 97 años. Nacida en 1928 en Italia, en el seno de una familia judía, llegó a Argentina con 11 años cuando sus padres decidieron escapar del fascismo en vísperas del estallido de la II Guerra Mundial. Su vida estuvo atravesada por la tragedia. En Europa, su abuelo materno fue deportado por el régimen de Benito Mussolini y murió en el campo de concentración de Auschwitz; en Argentina, sufrió la desaparición de su única hija, Franca Jarach, a manos de la última dictadura.
Jarach se unió a las Madres de Plaza de Mayo y trabajó incansablemente para denunciar los crímenes perpetrados por la última dictadura y saber qué había ocurrido con su hija. A través del testimonio de sobrevivientes, se enteró que había estado secuestrada en el mayor centro clandestino de detención de la dictadura, la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Todo apunta a que los militares arrojaron su cuerpo al río de la Plata en uno de los muchos vuelos de la muerte que usaron para deshacerse de los detenidos sin dejar rastro.

