Verano y alimentación: desafiando el calor y el cambio de rutinas

Para muchas personas, la época estival viene acompañada de cambios en las rutinas, inclusive la forma de comer. Pero, ¿es importante mantener una alimentación saludable durante el verano?

La respuesta es sí. La nutrición, como en cualquier época del año, es determinante para que las vacaciones no resulten estropeadas. 

Para tener información veraz y confiable dialogamos desde Diario La R con la Claudia Sofía Álvarez, estudiante avanzada de la carrera de nutrición de UDELAR que brindo aportes necesarios a tener en cuenta en el verano para que las vacaciones sean disfrutables en todos sus aspectos. Durante el verano suceden una serie de circunstancias que convierten la alimentación en un punto clave para estar bien y disfrutar al máximo. Las que afectan de una forma inmediata son las condiciones climáticas y el cambio de rutinas, que suponen el aumento de horas de sol, el buen tiempo y, en algunos casos, las vacaciones.

A menudo, esto se traduce en menos descanso, más agresiones para la piel y un aumento de los picoteos entre horas con los amigos o la familia. Aun así, es primordial tener en cuenta que una alimentación saludable en verano es esencial para asegurar el bienestar.

¿Qué alimentos se recomienda ingerir en la temporada estival?

En verano, el consumo de frutas y verduras ayuda a mantenerse hidratado y mejorar el aspecto. No obstante en las dietas veraniegas debemos incluir los alimentos de todos los grupos y debemos evitar las comidas con alto contenido en grasas y los fritos, que enlentecen la digestión y aportan muchas calorías. 

Las ensaladas son las mejores opciones de las dietas en el verano, tienen un gran contenido en agua y en nutrientes, aportan pocas calorías, sacian el hambre e hidratan nuestra piel. Hay que acompañarlas con algo de proteína (carne, pescado, pollo o huevo y algún hidrato de carbono, por ejemplo, arroz, pasta o puré), De esta forma realizamos una comida equilibrada con su ración de verdura, cereales y proteínas. La deshidratación es el principal problema relacionado con la nutrición en verano por eso también se insiste en la importancia de beber suficientes líquidos, aproximadamente 2 litros de agua por día. 

Además en verano se disminuye la ingesta de algunos alimentos por la falta de apetito o porque la gente opta por alimentos rápidos y fríos, lo que conlleva a una carencia de algunos nutrientes y falta de energía. Tal es el caso, por ejemplo de la vitamina A y la C que se encuentran en frutas y verduras es por ello que debemos incluirlas en la dieta. 

¿Es la misma alimentación para adultos que para niños?

En época de vacaciones las rutinas desaparecen, los horarios se modifican, y la alimentación de los niños se ve directamente afectada. Se recomienda mantener hábitos alimentarios saludables, una nutrición correcta y variada ya que la dieta en los más chicos demanda más atención y se corre riesgo de deshidratación. 

En todos los casos hay que mantener una dieta equilibrada realizando los 4 tiempos de comida y 1 o 2 colaciones. Respetando los horarios y no saltarse ningún tiempo de comida. Beber 2 litros de agua por día, esto nos ayudará a mantenernos hidratados. Evitar las bebidas alcohólicas y azucaradas que contienen muchas calorías. 

Extremar la higiene en la cocina y lavar bien frutas y verduras para evitar intoxicaciones alimentarias. 

¿Qué debería cambiar para que la población tome conciencia de la importancia de una alimentación saludable?

Las enfermedades no transmisibles (ENT) como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las respiratorias y la diabetes son las principales causas de mortalidad en el mundo, siendo responsables del 60% de las muertes. 

Las enfermedades crónicas no transmisibles, son prevenibles en gran medida mediante intervenciones que aborden los factores de riesgo modificables comunes o frecuentes y, al mismo tiempo, fortaleciendo la capacidad de las personas para optar por hábitos y estilos de vida saludables.

Trucos básicos para una alimentación saludable en verano

Aunque a nivel dietético siempre es preferible obtener un consejo personalizado, existen una serie de puntos en común acerca de una dieta sana para el verano. 

Mantener un patrón de alimentación saludable del estilo de la dieta mediterránea. Muchas pautas son positivas siempre que prioricen las frutas, las verduras, el aceite de oliva, las legumbres, los granos integrales y el pescado.

Hacer comidas de fácil digestión. Para ello es preferible repartirlas en 5 ingestas al día y elegir cocciones como el vapor, el asado, los salteados o la plancha.

Es interesante elegir platos nutritivos pero a la vez ligeros como las ensaladas de pasta o legumbres o las proteínas magras con acompañamiento vegetal.

Es preferible no comer snacks, aperitivos o platos como croquetas, papas fritas, pescado frito, etc con asiduidad.

Dar prioridad a los alimentos frescos, de temporada y de proximidad. En esta época son abundantes y muy sabrosos.

Por último, pero no menos relevante, es imprescindible poner atención a la correcta hidratación. Es necesario ingerir agua, frutas, verduras antes incluso que aparezca la sensación de sed.

Bonus track: Helado casero de frutas

Una manera divertida y saludable de incorporar fruta es un sabroso y refrescante helado casero, pelando y cortando las frutas que más te gusten, agregando jugo o yogur, en la batidora y luego verter la mezcla en los moldes para helados. Se refrigeran hasta que estén sólidos.

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