El Instituto Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales (IMPO) entiende que la violencia en el deporte es toda conducta agresiva, de hecho o de palabra, dirigida contra el público en general, participantes o autoridades organizativas de un espectáculo deportivo, producida antes, durante o después del espectáculo, que tienda a perturbar su normal desarrollo.
Estos acontecimientos ocurren desde la creación misma de los deportes, cuando la pasional comenzó a exceder lo permitido dentro de los centros deportivos. A nivel mundial, la violencia en el deporte ha generado infinidades de problemas que van desde la suspensión del evento hasta heridas a las personas presentes.
Nuestro país no está exento de este contexto que algunos justifican como cultura y que nuclea diferentes disciplinas o categorías. Comenzando por las formativas en el “Baby Fútbol”, donde existen varias denuncias por agresión, hasta llegar al nivel profesional, no solo del fútbol, sino de otros deportes, donde cada vez son más frecuentes estos episodios.
Solo desde principios de este año son incontables los hechos de violencia en el deporte, comenzando con lo ocurrido en la Copa Nacional de Selecciones que organiza la Organización del Fútbol del Interior (OFI). Durante un partido en el mes de febrero entre Soriano Capital y Paysandú Interior, se produjo una escena lamentable cuando un jugador de Soriano propinó un brutal golpe sobre la cara de un jugador rival que lo dejó tirado en el suelo.
En ese mismo torneo, más recientemente durante la final entre San José y Lavalleja, se produjo otro acontecimiento entre jugadores. A falta de cinco minutos para el final en San José de Mayo, Lavalleja cometió un penal y, sin justificación, el defensor le dio un puñetazo al atacante que se encontraba en el suelo. Acto seguido, luego del cobro penal que terminó en gol, se desató una pelea campal digna de una película medieval que concluyó con 9 futbolistas de la visita expulsados.
Pero la violencia inclusive ha traspasado las canchas y también ocurre en las tribunas, como sucedió en el juego entre Peñarol y Defensor Sporting en la Liga Uruguaya de Básquetbol. Una vez finalizado el compromiso en el Palacio Cr. Gastón Guelfi, con victoria para los violetas y eliminación del carbonero de la competición; un grupo de hinchas locales comenzó a arrojar objetos a los jugadores de Defensor cuando se retiraban a los vestuarios. Una situación muy parecida a la vivida en el mismo escenario meses atrás cuando algunos fanáticos atacaron a los jugadores de Nacional; afortunadamente en ambas ocasiones no hubo heridos que lamentar.
Lo último ocurrido fue el pasado domingo en el Campeón del Siglo en el cierre de la Fecha 13 del Apertura 2025. Peñarol enfrentó a Cerro y al minuto 64, con un resultado favorable al local por 3-1, el encuentro debió ser suspendido a raíz de los incidentes registrados en el sector visitante en la tribuna Gastón Guelfi.
La directiva aurinegra informó que los hinchas albicelestes rompieron inodoros, piletas, canillas, punteros de mangueras y otros elementos de los baños de la tribuna, como piezas de extinguidores, para hacerse de elementos contundentes que utilizaron como proyectiles para lanzar hacia la tribuna Frank Henderson, donde había hinchas carboneros, al punto de herir gravemente a una mujer en la cabeza y tuvo que ser atendida por los servicios médicos.
Pese a todo lo ocurrido, y que la ley establece un régimen sancionatorio para quienes cometen actos de violencia en espectáculos deportivos, en ninguno de los casos existen detenidos ni personas sancionadas, por parte de las autoridades.
Ahora son los impresentables de Cerro. En Río todavía algunos de Peñarol quedan pagando los platos rotos de hace seis meses, con toda justicia.
No habría que hablar de violencia en el deporte sino de violencia en la sociedad El deporte no es más que una posibilidad donde se evidencia la violencia Si el gobierno concertara con los Medios un autocontrol de esos mensajes seria de un logro impresionamte No es verdad que se puede manejar la violencia con un horario para chicos y adultos La violencia se normaliza y eso es lo peligroso No darnos cuenta
Combatir la violencia? De acuerdo, pero si los «barras» insultas y pegan a la policía la policía sólo atina a cubrirse (lo he visto muchas veces), si los Códigos de Penas en muchas ligas de Baby Fútbol y sobre todo en la AUF son un chiste (Uruguay es el único o casi el único país donde es prácticamente imposible que le quiten puntos a un equipo por actos de violencia); si en los clásicos se canta desde ambas tribunas burlándose de los muertos rivales -y se prometen más- y la policía jura que nunca escucha nada; si los «muchachos» reciben pasaje, alojamiento, comida y entradas cuando el club juega en el extranjero y encima el club con la plata de los socios los mantiene y les paga abogados cuando son encarcelados por delinquir, creo que la mejor muestra de interés de combatir la violencia sería suprimiendo los actos descriptos. Pero…