El’ Real… Brasil’, no es un club, no es una entidad formada por un empresario o un grupo emprendedor: es la ilusión de millones abanderados en el gigante sudamericano y otros tantos más que adoptan el verde y amarillo como equipo secundario cada cuatro años pero que tiene una columna vertebral de ‘exportación’ importante desde España.
Un exmadridista como Casemiro logró un golazo asistido por un ‘merengue’ actual y respaldados por la labor de otro ‘madridista’ como Vinicius, una triada del ‘ Real Madrid’ que no solo dio triunfo de 1-0 a Brasil sobre Suiza, también catapultó a la ‘Canarinha’ a los Octavos de Final, el segundo equipo en el Mundial Qatar 2022 en alcanzar este logro después de Francia.
Los 11 jugadores suizos se erigieron tan altos y rocosos como los mismos alpes: el experimentado Rodríguez marcaba con su brazo derecho siempre la rectitud y pulcritud con la que se debería de plantar el resto de una zaga que contuvo a un ‘Scratch’ que si bien cojeaba sin Neymar, todavía tenía potencia suficiente para hacer daño.
Fred trabajó horas extra para que no se notara la monumental ausencia por lesión del principal referente del pentacampeón del mundo. Su labor fue más sacrificada y abnegada que aplaudida y el esfuerzo físico acabó por pasarle factura después para salir de cambio cuando un Brasil nublado buscaba salida por el centro del campo ante unas bandas topadas por el color rojo.
La palabra ‘desesperación’ era quizás la primera y más importante que el técnico Tite quería evitar en el vocabulario de la siempre favorita verdeamarela, sobre todo en el segundo tiempo cuando la pelota fue totalmentee sudamericana, no así la claridad de las llegadas… hasta la aparición de Gabriel Jesús y Antony, lo suficientemente inquietos como para desordenar hasta al más disciplinado ejército.
El nombre de ‘Neymar’ rondaba ya en cabeza de propios y extraños… hasta que la iluminación apareció en el Estadio 974 (o reapareció después de un breve periodo en el que se fue la luz, literalmente) y pareciera que el escudo madridista empezó a aflorar debajo del legendario distintivo de la Confederación Brasileña de Futbol y sus orgullosas cinco estrellas bordadas: Vinicius quebró líneas, Suiza se desubicó, Rodrygo dio un toque de espaldas a su excompañero Casemiro, implacable como un buen ‘demonio’ actual del Manchester United para prender el balón de primera intención a los 83′ para mandar el balón a las redes.
Incluso Tite explotó después del gol: si su equipo va a ganar, tiene que sacar también exclamaciones; si Brasil va a sufrir, que sea al menos con ‘estilo’. Un gol anulado a Vinicius había desatado el drama en la banca del ‘Scratch’ pero un golazo al más puro ‘Jogo Bonito’ hace olvidar cualquier pecado en Qatar, hace olvidar incluso cualquier ausencia como la de Neymar: la maquinaria en busca de la sexta estrella está en marcha y con un aceite merengue de buenos resultados.
