Carlos Bracho: “Hoy en Venezuela existe mucha presión de lado y lado”

El jefe de comunicación de la oposición venezolana tuvo que huir del país y contó a Diario la R su experiencia.

La situación en Venezuela cada día es más incierta, después de las Elecciones Presidenciales del pasado 28 de julio en el país caribeño la duda sobre la legitimidad del mandatario Nicolás Maduro creció, y más aún luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país lo anunciara como ganador sin mostrar prueba algunas a los ciudadanos.

Desde entonces, las persecuciones a los que piensan distinto al líder de izquierda venezolano no se han detenido; al contrario aumentaron, prendiendo una fuerte alarma a nivel regional y mundial. Hasta el momento se han contabilizado más de 1.700 personas que han sido llevadas a la cárcel por motivos políticos desde el pasado 28 de julio, siendo el mayor número en 25 años de revolución bolivariana.

En Venezuela existen 1.905 presos políticos, de acuerdo al Foro Penal, una ONG venezolana que lleva años haciendo un minucioso seguimiento al tema de los derechos humanos en el marco de la conflictividad política del país. Esta es la cifra más alta de todo el continente americano, por encima de Cuba y Nicaragua.

Esto llevó a que miles de personas con algún tipo de relación a la oposición y a la líder María Corina Machado tuvieran que huir del país, uno de los casos más evidentes fue de Edmundo González, que luego de medirse frente al presidente venezolano en las pasadas elecciones, se vió amenazado y coaccionado para dejar el país y refugiarse en España.

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), asegura que en la actualidad hay más de 7,7 millones de personas que han salido de Venezuela buscando protección y una vida mejor; la mayoría (más de 6,5 millones de personas) ha sido acogida por países de América Latina y el Caribe.

Una de las personas relacionadas con la oposición venezolana, que se vio obligado a dejar su país, fue el licenciado en comunicación social, Carlos Bracho, es jefe de comunicación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición política opositora al gobierno de Nicolás Maduro.

Bracho nació en Caracas y llegó a Uruguay hace poco más de dos meses, luego de ser perseguido por las distintas fuerzas de seguridad creadas por Maduro. En una entrevista con Diario La R, explicó cómo llegó a formar parte importante de la derecha venezolana y cómo tuvo que encerrarse en su casa y planificar su huida del país.

“En el 2015 entré a la MUD para las elecciones parlamentarias, allí era asistente de producción; pero sin embargo, con esta nueva era de las redes y la comunicación digital, detectamos algunos errores y yo me encargo de corregirlas. El resultado fue realmente muy bueno,  incluso varios de nuestros candidatos ganaron un puesto en la Asamblea Nacional. Gracias a eso alguien me propuso para el cargo y todos los partidos estuvieron de acuerdo y desde el 2017 soy el jefe de comunicaciones”, recordó el vocero, que ha participado en varios procesos de la oposición, entre los más importantes, él mismo destaca su participación en las últimas Elecciones Primarias, que dio como ganadora a Machado y posteriormente fue inhabilitada por Maduro.

“Después de que terminamos el proceso de la elección el día 28 de julio y que el CNE anunciara unos resultados diferente a los de nosotros. Estábamos muy confiados de que con un diferencial tan grande a nuestro favor, el gobierno tendría que asumir, sobre todo porque las bases del chavismo votaron por una alternativa distinta”, reseñó. Además, explicó que luego de la campaña digital que llevaron adelante, con todos los medios de comunicación censurados, el día 29 de julio en la última rueda de prensa “decíamos que el país entraba en un proceso completamente distinto, donde nosotros afirmamos tener las actas, cosa que es cierto y allí empiezan la persecución importante y profunda”.

“Nos informan a todo el equipo de campaña que es el momento de resguardarnos, desde ese momento yo me quedo en mi casa, sin salir, sin ningún tipo de comunicación, es decir, un panorama bastante complejo. El día 7 de agosto me citan a una reunión y cuando salgo de mi residencia, una camioneta del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) llena de hombres armados empezó a seguir por 15 minutos más o menos”, detalló Bracho.

“Luego de dar varias vueltas erráticas por las manzanas y tratar de perderlos, regreso a mi casa, que está adentro una residencia privada, eso hizo que estuviese encerrado 16 horas. Porque estas personas ingresaron a la residencia, se pararon cerca a mi camioneta que la tenían identificada, más no mi casa. Pude observar cómo rodearon la casa y estuvieron 16 horas y por alguna extraña razón se fueron”, relató.

Operación de extracción

“Mi pareja, mi perro y yo pudimos salir con una operación de extracción en la que ciertas personas me ayudaron a salir, luego de estar recorriendo el país varios días hasta poder llegar a la frontera, pero no fue nada fácil, y más con un país rodeado de tanto puestos policiales y de militares cada 500 metros”, asegura que tomó la decisión de venirse a Uruguay, porque es un país “que democráticamente siempre se ha manifestado en contra de procesos dictatoriales y opresores”.

“Lamentablemente, es muy difícil saber qué pasará en Venezuela; todo es  muy complejo, las comunicaciones son limitadas, todos están en clandestinidad, todos están perseguidos y las comunicaciones no son muy lineales, pero lo cierto es que las personas que se quedaron en Venezuela tomaron la decisión de seguir hacia adelante. Te hablo de personas que en cualquier momento pueden ser detenidas y sencillamente están arriesgando su vida”, resaltó.

“Hay que pasar por varios procesos diplomáticos, varios procesos internacionales para que en algún punto el gobierno actual entre en razón y entienda que el que se tiene que proclamar el próximo 10 de enero es Edmundo, ahora parte de esos procesos que se han llevado han avanzado con ONU, con la OEA, entre otros. Pero lo importante es seguir alzando la voz” afirma Carlos Bracho, a quien le preocupa que pueda pasar en noviembre y diciembre por la celebración de las navidades porque “puede ser usado como una estrategia por Maduro, por eso la necesidad que tenía de adelantar las celebraciones”

“Que Edmundo se fuera a España nos sorprendió a todos, pero creo que tenía que hacerlo. Cuando es posible que te quiten la libertad, seas torturado y tengas una desaparición forzada, se debe analizar si conviene más quedarse con ese riesgo y convertirte en un número más o resguardarse y preservar al presidente electo”.

En cuanto al futuro de Venezuela y qué pasará el próximo 10 de enero, aseguró que es muy difícil saberlo, pero lo que debe saber el venezolano es que en la actualidad “hay negociaciones y mucha presión de ambos lados, hay actores del gobierno que salen muy tranquilos en cámaras, pero está preocupado por lo que pueda pasar”. “En algún punto no hay improvisación, eso sí te lo puedo decir con total certeza. Una cosa es lo que sale a la calle y lo que dicen a los medios de comunicación y otra cosa es lo que está pasando detrás”.

Finalmente, señaló que el espera que el próximo año comience con buenas noticias para el país, “quisiera que sea el inicio de una Venezuela abierta al mundo, donde se respeten las garantías de los venezolanos, donde no se les segregue por pensar distinto. Porque la realidad es que hoy por pensar distinto dicen que tú eres un golpista o que eres un terrorista, y no es así; podemos decir lo que queramos sin afectar a nadie, porque queremos el progreso para esa tierra. Espero que ese día lo que pase sea lo mejor para los venezolanos», concluyó.

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