Congreso del Pueblo Antiracista

Pit-Cnt prepara su Congreso escuchando la voz de las poblaciones excluidas. Hablando de Racismo rumbo al congreso del Pueblo en Casa Afro.

El racismo estructural es un flagelo derivado del sistema colonial invasor, que con el tráfico transatlántico esclavista, instaló y normalizó que unas personas valen más que otras por su color de piel y origen étnico.

Abundan los diagnósticos, normativa local e internacional, es políticamente correcto el discurso de equidad racial, pero se dá de frente con la realidad de exclusión que vive aproximadamente el 8% de la población del Uruguay. 

El racismo en sus distintas manifestaciones, es un flagelo social que vive en la cultura, en las costumbres cotidianas, en las instituciones, y rebaja la calidad de las democracias modernas, tiene beneficiados directos y cómplices, que hacen todo para sustentar sus privilegios blanco-patriarcales. 

Hay que descubrirlo y combatirlo con resistencia y persistencia. Y digo descubrirlo porque está naturalizado por eso es estructural, nace con un Estado discriminador, donde el sistema democrático no garantiza los derechos humanos de las comunidades no hegemónicas, y está permeado por la desigualdad intrínseca, por eso la militancia y la lucha. 

El racismo es delito. Hablamos de crímenes de lesa humanidad y está vigente su eventual penalización porque no prescriben. 

Estos estados coloniales nacieron excluyentes y eso es el racismo institucional, cuando las instituciones nos ignoran como ciudadanía. Un ejemplo actual es la Ley de Cuotas Afro para trabajo en organismos públicos, lograda con mucho esfuerzo de la sociedad civil y parlamento en 2013 que, diez años después, registra un porcentaje vergonzoso de aplicación en el propio Estado. A veces ni siquiera con adecuación de formularios de postulación.

El RACISMO y la DISCRIMINACIÓN RACIAL; tienen su anclaje en el mundo capitalista forjado con mano de obra esclavizada. Francia por ejemplo, es una de las mayores potencias del mundo en oro sin tenerlo, es todo robado al África. Luego de los pactos post guerras donde se repartieron las riquezas ajenas, no hay voluntad política seria de igualdad, porque va contra los intereses económicos de las grandes potencias. La caridad o el préstamo de lo que antes nos robaron, asegura la inmovilidad social de los sectores subalternizados. Y así, con la limosna llamada cooperación, en realidad cooperan para que sigamos sometidos, cuando deberían devolver todo aquello en lo que sustentaros sus economías durante siglos. 

Es la hora mundial de las reparaciones integrales, de problematizar las inequidades especialmente las históricas que nos siguen afectando hoy. 

El mundo monárquico imperialista nace con la decisión política hoy delictiva, de apropiarse de las riquezas y de pueblos ajenos, por medio del complot iglesia católica, monarquías y banqueros. Se sustenta con violencias reales y simbólicas de todo tipo; la concepción de jerarquías en las culturas, la supremacía racial, la xenofobia, el relacionamiento violento, la avaricia, la competición en lugar de la participación, lo individual antes que lo comunitario, las discriminaciones de étnia, género, generaciones, en definitiva el todos contra todos. Dogmas espúrios que rebajan a la humanidad, y le hacen mal a cualquier democracia. No quieren la equidad, ni que la gente dialogue o se entienda, no les conviene. Proponen los conflictos a todo nivel como forma de relacionamiento humano y eso es peligroso, Básicamente el racismo es un sistema de odio, de violencia, de muerte. 

-Leyes que no se implementan y eso ayudaría; la de Educación Pública 18437 en su definición de laicidad como enseñanza de la pluralidad de culturas y creencias y la de Cuotas Afro en sus aspectos culturales y educativos Art. 8. Si no se comienza desde la educación, desde la infancia, en cuanto a la diversidad cultural, el antiracismo y la pluralidad étnica, el futuro seguirá siendo injusto.

-Como insumo para el informe camino al Plan de Equidad Racial, se hizo un estudio pormenorizado con entrevistas y hechos señalando la intolerancia religiosa que sufrimos normalizadamente hace cientos de años los cultos afro. Dicho Plan, no tomó ni una letra que hable del racismo religioso. Y ESAS SON DECISIONES POLÍTICAS QUE DEBEN CAMBIAR SI DE VERDAD QUEREMOS LLAMARNOS Y SER ANTIRACISTAS. 

La laicidad resultó un gran pretexto para afirmar la invisibilización de la diversidad de tradiciones y culturas afro indígenas. Vergonzante comodidad para ignorar al afroumbandismo y el sufrimiento histórico de su gente. En las sociedades racistas el privilegio se hereda y la resistencia es un legado. Palabras del martiniqués Franz Fanon; en el problema del racismo “Todo espectador, es un cobarde o un traidor.”

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