La inseguridad cierra el gobierno en el lugar uno y genera un dolor de cabeza para el gobierno de Luis Lacalle Pou y un desafío para el nuevo gobierno. Todo en el comienzo de un año con nuevo gobierno.
Para todos, la inseguridad cumplió dos años de regreso al tope del ranking de las preocupaciones.
Para el derrotado gobierno es un dolor de cabeza porque ganó las elecciones de 2019 con la promesa de poner firmeza en el combate del delito, y aunque haya bajado la cifra, eso no es suficiente y la población tiene una visión crítica de la política de seguridad. Es un dolor de cabeza por hechos criminales que incluso terminan con la vida de niños y han agudizado el nivel de violencia.
Para el nuevo gobierno que asume es una oportunidad importante para demostrar nuevos caminos que que no resisten más experimentos, pero arrastra la pesadilla del debate que en 15 años de gobierno del FA no se soluciono mucho, que fue una de las causas de su derrota en las últimas elecciones y que tuvo los picos más altos de delitos y el tiempo más prolongado de la inseguridad en los sondeos como principal preocupación (11 de los 15 años de su gobierno).
“Hemos hecho un combate frontal al narcotráfico, porque las cifras creo que en este momento no corren, pero están ahí. Ahora, ¿saben lo que siente uno? ¿El peso que yo siento? Como individuo y como presidente de la república, es una enorme bronca y una enorme frustración. Es impotencia”, dijo Lacalle Pou días pasados consultado por más ajusticiamientos en los barrios.
Los uruguayos acusan un aumento de enfrentamientos entre narcos y de más violencia vinculada con las drogas.
La violencia es una de las herramientas del crimen organizado es como un activo que las organizaciones delictivas utilizan para resolver conflictos internos, reducir los comportamientos desleales o mantener posiciones en el mercado.
Los homicidios pegan fuerte, por cantidad y violencia manifiesta. Eran 200 en 2005, más que se duplicaron hacia 2018 (419) y luego pararon la curva y bajaron en el último año de gobierno frenteamplista (394); en este período cayeron a 306 en 2021, pero volvieron a subir a más de uno por día (383 en 2023). La preocupación por la inseguridad se instaló en el puesto más alto del ranking de los uruguayos en el verano de 2009 y se mantuvo ahí hasta febrero de 2020, último mes del gobierno del Frente Amplio, luego desplazado por el Covid-19. Pasado el miedo a morir por coronavirus, la economía trepó al primer lugar, por doble efecto: bajaba la inquietud por delitos y crecía el miedo económico en medio de una recesión fuerte.
La baja de delitos amortiguó en los primeros años de Lacalle Pou la preocupación por la delincuencia, pero volvió fuerte.
Fuentes del servicio penitenciario revelaron que el aumento de la inseguridad también se da pese al ingreso de más reclusos en las cárceles: en 2000 eran unos 4300 y el año pasado llegaron a 15.500 presos.
Es un tema que para la administración de Lacalle Pou cierran con un debe importante.
Y para el gobierno entrante un desafío que viene con una mochila de 11 años de números en alza, en lo que crímenes se refiere, en los 15 años que estuvo en el poder.
Mientras los canales privados se dedicaron a divulgar los discursos en cada inauguración de rutas, puentecitos y baños químicos para menguar un poco la inseguridad.
Y para eso fué que el gobierno actual le regaló la fibra óptica a los canales.
¿QUE EXTRAÑO LO QUE DICE ESTA MUJER? EL INSTITUTO, EL MISMO INSTITUTO QUE INAUGURO EL fapit, CON LOS MISMOS EMPLEADOS Y SISTEMAS DE MEDICION DICE LO CONTRARIO, MUESTRA LO CONTRARIO Y LO ESTABLECE CON VALIDEZ , ¿TENDRA INFORMACIÓN PRIVILEGIADA , LA QUE EL URUGUAY NO CONOCE ?