Hoy se inauguró la XXXIII Asamblea Nacional Ordinaria de Delegadas y Delegados de la ATD de Educación Inicial y Primaria en Lavalleja. «Cada año se trata de una instancia muy importante para el magisterio nacional, pero en esta oportunidad se inscribe en una realidad nacional peculiar, y en una situación de las infancias y de la educación muy preocupante», dice el acta de apertura.
En la apertura, se destacó la reciente aparición de restos humanos en el Batallón 14 de Toledo, el mismo sitio donde en años anteriores se encontraron los restos de Julio Castro (2011), Ricardo Blanco (2012) y Amelia Sanjuro (2023. El miembro de la mesa permanente, Esteban Coitiño dijo a Diario La R que se tomó “la postura pedagógica de comenzar con ese punto y de vincularlo con nuestro rol, que es una cuestión clave, el de educadoras y educadores”.
Sobre esta decisión la declaración de apertura dice que “Este hallazgo remueve profundamente al magisterio uruguayo, reafirmando su compromiso con la verdad, la justicia y el respeto a los Derechos Humanos”. “No podemos tener una mirada hemipléjica” dijo Coitiño a La R al tiempo que agregó, subrayando que se trata de una postura colectiva “No se puede enseñar un tema y otro no porque toquen susceptibilidades ya que en buena manera todos los temas lo hacen”.
Los agremiados aseguran que el compromiso del magisterio con estos valores no es nuevo. La historia reciente del país, marcada por la dictadura y la represión, ha dejado cicatrices profundas en la comunidad educativa. «No cabe lugar a dudas, el magisterio uruguayo está del lado de la verdad, de la justicia y del pleno respeto de los Derechos Humanos. Entonces, este hallazgo no nos pasa por el costado, por el contrario, nos atraviesa, nos cuestiona y nos reclama», continúa la declaración. En el documento se sostiene que la impunidad sigue siendo uno de los temas que más afectan al país: «Quizás una de las leyes más inmorales que haya votado el parlamento de la República sea la 15.848, ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado», sentencian.
Los docentes afirman a su vez que el impacto de la historia reciente y la lucha por los derechos humanos sigue presente en las aulas. «Nuestras niñas y niños tienen el derecho de saber quién era Elena, quién era Julio, quién era Gustavo, quién era María Emilia, quién era Cecilia, quién era Jorge… tienen derecho a conocerles y nosotras tenemos la obligación de enseñarles e investigar junto con ellas y ellos… Ese es el camino para el NUNCA MÁS», dice la declaración que inauguró el encuentro. La Asamblea Técnico Docente también abordó la importancia de la enseñanza de la historia reciente, especialmente en un contexto donde algunos docentes han sentido presiones y censuras. «Porque muchas colegas han sentido presiones por la enseñanza del tema, se han sentido censuradas, y han sido censuradas. Nuestra voz reitera y reafirma, no hay temas prohibidos para su enseñanza y aprendizaje, no hay tabúes, ¡no debe haberlos!».
La pedagogía, como fundamento de la profesión docente, fue otro tema central. «Empezar con este tema es una decisión pedagógica, y la pedagogía es el conocimiento específico de nuestra profesión, es allí donde se sustenta nuestra autonomía». Las y los maestros sostienen que esta autonomía es esencial para interpretar las políticas educativas de manera crítica y no “simplemente aplicarlas sin cuestionamiento”. Finalmente, se hizo un llamado a la acción colectiva y al compromiso con la verdad y la justicia como pilares fundamentales para construir un futuro diferente. «La participación social del magisterio nacional es un elemento característico de nuestra historia, de nuestra forma de hacer escuela y el único camino posible en la búsqueda de perspectivas para la construcción de un futuro diferente», finalizan los docentes.
