La medicina estética es una especialidad de la disciplina médica que se centra en mejorar la apariencia física, con enfoque en promover la salud y el bienestar general del paciente. “Hoy la medicina estética tomó un papel importante, porque si bien no se considera que afecta o es un problema de salud, hay un componente psicológico con el que carga la persona”, expresó en conversación con Diario La R, el director técnico SkinCare, Dr. Michael Rodríguez Roque.
En ese contexto, aclaró que por ejemplo, puedo tener un lunar que “realmente no es una condición médica importante”, pero provoca que “me autoperciba de una manera insegura”. Entonces, la medicina estética “es otro campo de la medicina que también me permite darle soluciones a los pacientes, a que se acepten o en el caso de que no sea posible la aceptación por el problema que viene a consultar, ofrecerles una solución”.
A nivel histórico, expresó que “en los últimos años ha alcanzado un auge bastante importante en el mercado. Anteriormente eran procedimientos médicos basados en la estética corporal, facial y personal, destinados a una población de élite y eran tratamientos extremadamente costosos. En la evolución y los años se ha hecho un poco más accesible a todos los grupos poblacionales”.
Por otra parte, destacó la evolución que tuvo, basándose en sus inicios en la cirugías a la existencia de tratamientos alternativos, “que permiten resultados muy novedosos, muy importantes, con mucha aceptación en la población y que no implican los mismos procedimientos que la intervención quirúrgica”, como lo es la toxina botulínica, los rellenos con ácido hialurónico, los bioestimulantes y los hilos tensores. Que a su vez, “logran resultados similares y muy efectivos”.
En cuanto a su posicionamiento en Uruguay, Rodríguez observa que “hay un auge bastante notorio”. Si bien en la práctica considera que “hay un poco el tabú” destacó que “vemos cada vez más que acuden hombres a buscar un tratamiento estético”. También observa que “hay muchos médicos que hoy se dedican a la medicina estética”. Sin embargo, entiende que el desafío principal es “dar pasos importantes en cuanto a la especialización porque no hay una figura legal en Uruguay, o sea, no es una especialidad”. La Universidad de Montevideo es la única que cuenta con un posgrado, denominado Capacitación avanzada en Medicina Estética.
En esa línea agregó, que a su vez, habría que crear un marco legal que regule el ejercicio de la medicina estética, porque, “con el simple hecho de tener una formación como médico o como odontólogo se permite hacer tratamientos estéticos y desde mi punto de vista no es correcto, por la capacidad que se debe de tener para afrontar las situaciones adversas”.
Ante esta situación, recomienda “consultar con profesionales” y “verificar que sea un médico que esté habilitado para ejercer la medicina con formación y capacidades en la especialidad”. A su vez, resaltó el análisis de la institución donde realiza los tratamientos y los productos que utilizan. “Un ejemplo clásico es el efecto Argentina, que fue fatal para Uruguay. Todo el mundo se iba a la Argentina a aplicarse los tratamientos estéticos porque eran baratos, pero no sabíamos qué estaban aplicando. Entonces, se hacían un relleno que nadie sabía lo que era y después empezaron a aparecer las complicaciones”, informó.
ConfortCare
Dentro de los tratamientos que se realizan en la clínica y uno de los más novedosos, ConfortCare, una terapia que trata la condición médica hiperlaxitud, mediante la estimulación de regeneración y el rejuvenecimiento en los tejidos vulvovaginales. “Por ejemplo, el parto tiene consecuencias en el aparato vaginal y se provoca la hiperlaxitud —el tejido conectivo que forma parte de la vagina se dilata, hay una hiperlaxitud—”, explicó.
El Dr. Rodríguez informa que “esta tecnología lo que hace es unir las radiofrecuencias para que con los cambios de temperatura se estimule una neoformación de tejido en el aparato vaginal y lograr que la hiperlaxitud se reduzca”. Las principales consultas suelen darse por incontinencia urinaria o por estrés, prolapso grado uno, disfunción sexual, síntomas asociados a la menopausia o el aspecto estético de los labios mayores y menores. “Desde la primera sesión ya se nota el resultado y esto se observa también en la gratitud de la paciente”, destacó. Asimismo, aclaró que hay casos que son más extremos y tras la evaluación inicial que se realiza se le recomienda un proceso quirúrgico.
La principal duda siempre es “¿voy a tener resultados?”, ante esto expresa que “como todo tratamiento médico, depende mucho de la respuesta que pueda tener el organismo, pero un gran porcentaje del resultado está garantizado, al tener cambios de temperatura sí o sí va a haber una respuesta del organismo, pero la magnitud de la respuesta es la que varía entre cada una de las personas”. Lo recomendable, una vez realizada la primera evaluación con los médicos pertinentes, informa que es realizar cuatro sesiones iniciales con un mes de diferencia entre cada una. Después se realiza una segunda evaluación y se recomiendan más sesiones o no según la necesidad de la mujer.
“Estamos retrasando o compitiendo con un proceso que es fisiológico en la mujer. Entonces, inicialmente se hacen cuatro sesiones pero después puede ser que sea necesario cada cierto tiempo hacer al menos una sesión para mantener el resultado. En la experiencia están aproximadamente un año sin necesidad de recurrir nuevamente al tratamiento”, destacó.
Rodríguez señaló que al ser un tratamiento novedoso no hay tanta información instalada en la sociedad, pero que apuntan a que así sea porque “la medicina estética trabaja mucho con el bienestar mental”. “En la búsqueda de cuáles son los principales problemas que hoy afectan a la mujer, vemos esto. O sea, una mujer se siente muy insegura a la hora de tener relaciones sexuales cuando presentan este tipo de problemas y no solamente en el ámbito sexual. Entonces, es una alternativa de tratamiento muy bueno y muy eficaz que va trabajando las dos cosas, la salud física y mental”, añadió.
Antes de realizar el tratamiento, solicitan una prueba de Papanicolaou que se anegativa en el último año, “porque si hay un proceso de neoformación a nivel del aparato ginecológico al tener esta estimulación puede traer repercusión”. En segundo lugar se solicita que dentro de las 24 horas previas y post tratamiento, no se tenga relaciones sexuales, ni colocarse ningún tipo de gel, óvulos o medicamento que sea por el aparato vaginal, ni copa menstrual o tampones. “Por supuesto, si están atravesando por algún proceso infeccioso vaginal, tampoco se puede hacer. Por eso siempre realizamos una primera evaluación inicial con una ginecóloga”. Por otra parte, aclaró que “el proceder es mínimamente invasivo y demora aproximadamente entre 35 y 45 minutos el tratamiento, porque se trabaja interna y externamente”.
Finalizando la entrevista, Rodríguez hizo un repaso sobre cómo trabajan en la clínica: “Nosotros siempre hacemos un estudio pensando en nuestros pacientes. Vamos viendo cuáles son las realidades que tienen nuestros pacientes en las evaluaciones periódicas que le vamos haciendo y en base a eso siempre estamos en la búsqueda activa de las nuevas tecnologías”. En ese sentido destacó la importancia de que hoy hayan “grandes industrias que se dedican específicamente al estudio de tratamientos médicos estéticos que no sean tan invasivos, que ofrezcan resultados y que sean buenos en la previsión del tiempo”.
A nivel de todo el mundo, u no sólo de quienes pueden pagarlo, debe haber una función de cirugía estética. Para que no haya ninguna persona -niño, adolescente, adulto-, con deformaciones físicas, quemaduras, que lo desfiguran totalmente. Es una cuestión de humanidad. Que cualquiera piense cómo reaccionaría si un ser querido queda deformado por un accidente.
Baltasar, no es una cirugía estética y invasiva! Es un procedimiento de clínicas de alto nivel de seguridad y profesionalismo. No existe posibilidad de deformación, menos quemaduras. Es tecnología en la medicina estética y salud! Lee bien la publicación que está muy claro. Felicitaciones a los médicos y empresas que se preocupan con el bien estar de la mujer!
Buenas noches. Soy Laura de la clínica SkinCare.
Concuerdo que las cirugías reparadoras deberían estar al alcance de todos los que las necesiten.
Contamos con procedimientos que ayudan con las alteraciones causadas por otros procedimientos y siempre nos adecuamos a la disponibilidad de cada persona. Siempre acompañándolos con un equipo multidisciplinario para optimizar los recursos.
Buen descanso.!
Excelente la Clinca y el equipo detrás de ella.
Muy buen reportaje!