A los 78 años falleció Drew Struzan, el legendario ilustrador estadounidense cuya pincelada definió la era dorada de Hollywood con pósters que no solo promocionaban películas, sino que se convertían en obras de arte eternas. En los años 70, trabajó en la agencia Pacific Eye & Ear, creando portadas de álbumes para íconos como Alice Cooper (Welcome to My Nightmare, 1975), The Beach Boys, Bee Gees y Earth, Wind & Fire, cobrando entre 150 y 250 dólares por pieza. Pero fue en el cine donde encontró su verdadero lienzo: desde 1975, diseñó pósters para filmes de bajo presupuesto como Empire of the Ants y Squirm, hasta convertirse en el predilecto de los grandes estudios.
Sus obras maestras adornaron las salas de cine y las paredes de millones de fans. Para Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back (1980), dio protagonismo a Darth Vader en una edición especial que exudaba misterio y poder; en Indiana Jones and the Last Crusade (1989), fusionó a Harrison Ford con su icónica fedora en una composición dorada y dinámica, perseguido por tanques nazis, que Spielberg describió como «arte al que casi tuve que estar a la altura». Back to the Future (1985) cobró vida con un DeLorean translúcido y sexy, llamas bajo las ruedas y destellos de luz, un diseño que Struzan justificó: «¡Quiero ver esta película!». Otras gemas incluyen E.T. the Extra-Terrestrial (1982), Blade Runner (1982), The Thing (1982), Harry Potter and the Sorcerer’s Stone (2001), The Cannonball Run (1981) e incluso Hook (1991), donde su realismo exuberante y paleta colorida prometía aventuras inolvidables.

