Jorge Rodríguez es un escritor uruguayo, de espíritu inquieto y romántico, se autodefine como contador de historias y sentimientos.
Es miembro del Ateneo de Montevideo y del Movimiento Cultural aBrace.
Ha publicado de manera individual el poemario Sentires, el que fuera presentado en el mes de junio de 2022, y de manera colectiva, con el taller de lectura y escritura del Ateneo de Montevideo, moderado por la profesora kydia Mateos, ANDAR de los años 2010; 2012; 2014; y 2018.
Encuentro Literario Internacional de aBracé en Islas Canarias, España, del año 2022, colabora con la colección internacional de Poesía, «27 poetas latinoamericanos».
Participa como invitado a la Feria Internacional del Libro, en San José, Uruguay, en el año 2013; en el Encuentro Nacional de Escritores en Gualeguaychú, Argentina, en el año 2018; en la Feria Internacional del Libro en la Habana, Cuba, y en el Encuentro Literario Internacional de aBracé en Montevideo, Uruguay, año 2021.
Jorge participa en la Radio «De todo un poco” y la revista «Con cada pisada» junto a Cuenta, imagina y crea.
Apareciste de la nada,
en una noche oscura,
alumbrando el camino
con potente y refrescante luz.
La sorpresa del hallazgo
fue importante,
violenta quizás,
pero gratificante.
Trajiste ilusión,
trajiste paz,
llegaste tiernamente
con un manojo de esperanza
encendido en cada mano.
Entonces instalaste
serenidad en mi corazón.
A veces,
la soledad nos pone tristes.
En tanto,
la nostalgia le asiste.
No sé
quién asiste a quién,
pero entonces
el corazón
se siente abandonado,
un poquito arrugado.
Aunque hay
un ángel de cuatro patas
que, con rara espontaneidad,
salta en auxilio.
Y, entre gemidos
y alegres saltos,
con dulces besos
pronto ahuyenta el dolor,
y otra vez se hace la luz.
Confieso
que el tiempo prescindido
ha sido, sin falacias,
una clepsidra de sangre
que hemos conocido
por esta venturosa lejanía.
Hizo arrugarse
la piel del alma
hasta la escama.
Confieso
que esta vida incierta
ha sido,
para cualquier fariseo,
el daguerrotipo de la pena.
Y aunque, sin conocerme, digan
que los monstruos de Poe
se agrupan en mi alma,
el amor que no culmina
ni dominar se deja,
se alimenta de tu esencia
y se eleva sobre el tiempo,
las distancias
y las cosas.
Cuando voy encarando el regreso,
mansamente,
sin reproches,
en paz,
pero con alguna frustración a cuestas,
es que encuentro,
en los recuerdos,
todo el acervo que alimenta el camino.
Por eso, con alegría,
los abrazo con energía
y los recorro uno a uno,
con tono de despedida,
pero con la gratitud al universo
de haberlos vivido.
Así como ellos quedaron en mi memoria,
y venero a muchos de ellos,
espero, deseo
que mi paso por aquí
deje alguna huella
que merezca de ustedes la memoria.
Me estoy envolviendo en los recuerdos,
en todos:
buenos y malos,
felices y tristes.
Los voy abrazando
con toda mi fuerza,
para mimetizarme en ellos,
para alimentarme de ellos,
y, de alguna manera…
trascender.
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Muy lindos felicitaciones
Jorge Rodriguez un placer leer tus poemas donde me sentí muy identificada.Un estilo claro, sencillo y directo que atrapa a seguir leyendo.Felicitaciones!!