El consumo de tabaco es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la primera causa de muerte evitable a nivel mundial y su control y tratamiento se encuentran dentro de las acciones trazadas para alcanzar las metas de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Según datos publicados en 2017, el 25.6% de los uruguayos mayores de 14 años fuman; ya sea en forma diaria (20.3 %) u ocasional (5.3 %). Los hombres siguen teniendo mayor prevalencia que las mujeres (siendo un 25.6 % y 18.0 % respectivamente). Quienes fuman diariamente consumen, en promedio, 15 cigarrillos por día.
Datos crueles revelan que la mitad de la población consultada de los fumadores, morirán como consecuencia de su consumo de tabaco, así como los no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno. No existe una forma segura de tabaco y no hay nivel de exposición seguro al humo de segunda mano.
En el año 2014, se aprobó en el Parlamento la ley que prohíbe totalmente la publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos de tabaco en los puntos de venta, sin excepciones. Esta normativa modifica el artículo 7 de la ley 18.256 que ya establecía prohibiciones.
Otras leyes importantes en Uruguay sobre el tabaco son: se prohíbe el consumo de tabaco en todo local cerrado de uso público y toda área laboral, también se prohíbe la venta del producto a menores de edad.
Las políticas para el control del consumo de tabaco implementadas en el país hasta la actualidad siguen el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), adoptado en el año 2003 y puesto en vigor en el año 2005
Esto trajo como consecuencia que entre los años 2006 hasta el año 2017, la prevalencia del consumo descendiera de forma sostenida, como resultado de la política de control de tabaco. Estudios médicos revelaron que 22,2% de los adultos son fumadores y 9,2% de los jóvenes también son adictos.
A todo esto la Sociedad Uruguaya de Tabacología (SUT) y el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) fueron premiados por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a “sus aportes en la protección de la implementación del empaquetado neutro de productos del tabaco en Uruguay”.
Pero la misma SUT alerta por un debilitamiento de las políticas públicas de combate al tabaquismo y denuncian la injerencia de la industria tabacalera en los cambios aprobados por esta administración para habilitar la venta de dispositivos de tabaco calentado y en la flexibilización del empaquetado de cigarrillos.
El Colegio Médico del Uruguay reveló que en la actualidad en el país, el tabaco se cobra alrededor de 6500 vidas al año. Esto equivale a 18 uruguayos por día que fallecen por afecciones vinculadas al tabaco.
Diego Rodríguez de la Alianza de Enfermedades no transmisibles dijo que “la industria, al no poder generar nuevos clientes a través de la publicidad, genera nuevos productos”. En este caso se refiere a los vaporizadores (Vape) o cigarros electrónicos, una alternativa al cigarrillo. En principio sin nicotina y en teoría servía para dejar de fumar, pero diversas organizaciones advierte que el “vape” puede ser igual o más peligroso que el tabaco
La OMS advierte que abandonar el consumo reduce los riesgos para la salud, produce beneficios inmediatos y a largo plazo. Los daños que causa el tabaco son totalmente prevenibles y algunos, incluso, hasta reversibles si se deja de fumar.
