El debate de ideas y candidatos en las próximas elecciones

Tabaré Viera, el precandidato a las elecciones internas por el Batllismo,    ha planteado como eje e idea de su campaña electoral, encarar el tema del trabajo, el empleo y el salario en el actual contexto del cambio tecnológico y de las complejas perspectivas que ya están ocurriendo a escala global el mundo laboral con la inteligencia artificial. Su atención se focaliza en el mayor y más importante problema del futuro del país.  Su propuesta y consigna de “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”, como gran objetivo humano, pone el acento fundamental en la educación, en la calidad de las competencias de los trabajadores, técnicos y profesionales, en la necesidad de innovación e incrementar la productividad, y en el nuevo Rol del Estado de para apoyar el trabajo y la educación y en desarrollar mecanismos para mejorar el empleo en el contexto del cambio. He tenido el honor que me ha invitado a colaborar en ese gran objetivo político, social y económico como referente desde la educación, la innovación y la productividad, junto a múltiples especialistas.

Es el momento de bajar a la tierra esos grandes objetivos. Las campañas electorales son el momento de la elección de las personas y de  las ideas fuerzas que estructurarán y guiarán la agenda  política y las acciones públicas durante el periodo de gobierno que emane posteriormente de las urnas. Los ciudadanos decidimos nuestro sobre múltiples variables. En ello es determinante como se actuó durante el período que termina y como las personas evalúan ese periodo de gobierno que termina en su propia vida. Igualmente se evalúa la confiabilidad y la experiencia del candidato, así como las ideas fuerzas y el Programa de Gobierno que se propone para instrumentar y ejecutar en el próximo gobierno. Destaca también en el análisis y la decisión del votante, cuales son los equipos técnicos que lo acompañan, su nivel de formación y su grado de profesionalismo o conocimiento y experiencia en los temas. La ética y los valores del candidato y como ha sido su trayectoria es determinante. Sin duda, una parte de la ciudadanía también toma decisiones por el color del pelo y la corbata del candidato, su propia tradición política personal, la emoción de la publicidad o los grupos de referencia en el cual esté inserto como ciudadano y que contribuyen o determinan en la toma de sus decisiones.

En marcos legales estructurados como el de Uruguay, que impone la realización de elecciones internas de los Partidos donde se elige a los convencionales y a partir de allí a los candidatos únicos, las elecciones internas de son una instancia previa en el proceso de reflexión y de presentación de las ideas fuerzas de cada candidato, de sus equipos técnicos que profundizarán en esos conceptos, junto con el grado de confianza y capacidades del candidato. En el caso además de nuestro país, donde existen dos grandes agrupamientos políticos, el FA y la Coalición Republicana, las ideas fuerzas de los diversos precandidatos y su peso en las internas serán la base de los programas en las elecciones nacionales. Hay sin embargo, una diferencia.  Mientras que el FA estableció un programa único previo que genera una enorme contradictoriedad frente a las posiciones de los candidatos Orsi, Cosse y Lima, que navegan entre sus ideas y las de los grupos técnicos, en los partidos de la coalición, la ciudadanía en las elecciones internas no eligen meramente al candidato, sino también ideas fuerzas y orientaciones de políticas y cómo ellas incidirán finalmente en el programa general del Partido y, en función de cómo sea la votación interna, también del programa de toda la Coalición. Por ello ganar las elecciones internas y la cantidad de los votos, es la base, no sólo para del posicionamiento electoral del Candidato presidencial del Partido, sino también del peso de las ideas presentadas en la agenda política del futuro. 

Programa e ideas fuerzas y el candidato y sus diversos apoyos, van de la mano en las decisiones de la ciudadanía, tanto partidaria como nacional.  Pero finalmente, lo más importante es la confianza que se tiene en el Candidato verificada en su historia, como base para garantizar que el candidato lleve adelante dichas propuestas y que ellas no sean “pompitas de jabón” y meros fuegos artificiales. En este sentido, los programa de Gobierno, no son  “ideas creativas” del momento, sino que su importancia está dada por ser respuestas viables, coherentes a problemas, necesidades y también demandas desde la sociedad para la agenda futura del país. Calles en bajada o canillas de leche como proponía Fadol en 1946, o incluso el cambio propuesto del ADN de la educación por Tabaré, fueron simplemente demagogias irrealizables e ideas que se vendieron pero que no derivaron en una instrumentación efectiva. Por ello, en las campañas electorales la seriedad y consistencia de las propuestas, de sus equipos técnicos y de la confianza y seriedad del candidato que se compromete con ellas, son la base de la democracia y que las elecciones no sea un juego de engaño para ganar votos a cambio de falsas ilusiones. Más allá de que algunas veces la gente pueda preferir y sentirse contenta con las mentiras y fantasías irrealizables de los candidatos, es claro que son fuegos artificiales que son develados y descubiertos rápidamente en tanto  el votante uruguayo en general es realista y evalúa con objetividad la viabilidad y pertinencia de las propuestas, que miran también en función de sus necesidades, de los reales problemas del Uruguay, y de los estudios de los equipos técnicos que consolidan las ideas fuerza del candidato en programas y prioridades.

Eco. Claudio Rama

Dr. ED; Dr. DER; Post. Dr

Deja una respuesta

Your email address will not be published.