El Derecho a la Ciudad: una consigna de FUCVAM

Con la aprobación de la construcción de una isla artificial en el Río de la Plata sobre la costa de Punta Gorda (Montevideo) y la creación de una nueva urbe privada en Colonia se generaría una nueva segregación en la sociedad sostiene el presidente de Fucvam, Enrique Cal, en diálogo con Diario La R.

Una de las banderas de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) desde comienzos de la década del 90 es la pelea por el derecho a la ciudad. Esto es un concepto instalado a partir de la publicación en 1968 de un libro homónimo elaborado por el filósofo francés Henri Lefebvre.

El derecho a la ciudad puede definirse como “el derecho que tenemos todos los habitantes de un país a decidir y a participar de lo que es el diseño, el entramado, el ordenamiento territorial y el desarrollo de los centros urbanos”, según indicó a Diario La R el presidente de Fucvam, Enrique Cal. En tanto, señaló que “las ciudades son también la expresión de la segmentación social”, debido a que las clases sociales más pudientes viven en lugares donde se encuentran la mayoría de los servicios, mientras que las menos opulentas habitan en las periferias.

“En ese marco es que planteamosque a las cooperativas históricamente se las trasladó hacia la periferia de la ciudad, muchas veces a lugares donde ni siquiera existían todos los servicios a los que debe acceder una familia.Es mucho más reciente el hecho de ver cooperativas en el caso central de la ciudad. Si uno recorre Montevideo va a ver una gran acumulación de cooperativas en los cinturones periféricos de la ciudad y algunas cooperativas aisladas en el centro, no solamente porque hay menos espacio territorial, sino además porque esas tierras son destinadas a emprendimientos constructivos del capital especulativo”, detalló.

En base al análisis de Lefebvre es que la Federación observa con preocupación el anuncio del desarrollo MVD 360, un proyecto que propone la construcción de una isla artificial sobre el Río de la Plata y demandará más de 2.000 millones de dólares. “Una locura absoluta que beneficia a las altas clases sociales de este país. Claramente, ahí no va a haber ningún trabajador. Los trabajadores que van a ir son los que trabajan en los servicios, pero ninguno va a vivir en ese lugar donde se vuelve a segmentar a la población según su capital y esta vez ni siquiera es una segmentación territorial. Hablamos de una segmentación marítima en todo caso”, explicó.

A su vez, Fucvam ve con preocupación la construcción de una ciudad en Colonia que se estima que tendrá la misma capacidad de habitantes que tiene la propia capital departamental.“Imagínense el impacto. Colonia fue uno de los primeros centros poblados del país y ha ido desarrollándose desde entonces. La misma cantidad de gente se va a instalar en cuestión de uno o dos años después de que esté terminada esa ciudad privada. Ya ni siquiera hablamos de un barrio privado, hablamos de una ciudad privada”, puntualizó.

Cal dijo que con estas medidas seguirá beneficiándose a los grandes capitales, ya que las construcciones serían exoneradas de los impuestos que los cooperativistas pagan, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre los materiales de construcción.“No estamos exonerados de nada y construimos realmente viviendas para sectores populares que es donde está el déficit de viviendas porque estoy seguro que ni los que van a vivir en la ciudad privada de Colonia ni los que van a vivir en la súper isla de Punta Gorda es gente que no tenga vivienda para vivir. Esta será su tercera, cuarta, quinta o vaya a saber uno qué número de casa de cada uno de los que comprará en esos lugares”, expresó.

LA LUCHA DE FUCVAM

Desde la década del 90, cuando Fucvamempezó a ocuparlos primeros terrenos en Montevideo con el objetivo de denunciar la falta de tierras para el movimiento cooperativo, es que comenzaron a crearse algunas Carteras de Tierras en diferentes departamentos. La primera fue en la capital. “Hoy por hoy en Montevideo existe un mecanismo donde la tierra disponible se pone a consideración de las Federaciones, pero vemos como esos espacios de territorio que aparecen por lo general en la periferia siempre se miran para adjudicárselos a las cooperativas”, comentó.

El presidente de Fucvam sostiene que todas las personas tienen el mismo derecho de vivir en el mismo lugar y destacó que en muchos casos las personas que viven en la periferia deben trasladarsedurante más de una hora o una hora y media en ómnibus para llegar a su lugar de trabajo o de estudio.“Hay una segregación en la ciudad donde parecería que hay ciudadanos de clase A y clase B, donde un ciudadano clase A puede vivir al sur de Av. Italia, en lugares donde están concentrados los servicios y toda la cobertura estatal, y los ciudadanos clase B tenemos que conformarnos con lo que nos queda del lado norte de Av. Italia, y en algunos barrios eso está mucho más segmentado y mucho más estigmatizado con otras variables sociales como el tema de la seguridad, por ejemplo”, finalizó.

La clave:

“Hay cooperativas que construyen en los cascos centrales de la ciudad, pero son la minoría. Claramente, en las 701 cooperativas afiliadas a la Federación tenemos un porcentaje muy ínfimo que ha logrado construir la zona céntrica de la ciudad. Esto es posible porque nuestra Federación ha dado respuesta a la necesidad de terrenos más pequeños con la construcción en altura. Hoy tenemos edificios construidos que tienen ocho o nueve pisos, algo absolutamente novedoso para nuestro movimiento y muy bueno. Evidentemente, ha habido un cambio y es a partir de la lucha y la denuncia que ha hecho la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam)históricamente”

Enrique Cal – Presidente de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam)

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