El ejército israelí ha intensificado sus operaciones en el suroeste de Siria, con una serie de incursiones en las provincias de Quneitra y Deraa, ubicadas a lo largo de la franja fronteriza. Testigos locales han informado que tanques y vehículos blindados israelíes penetraron en áreas como Sidón Golan, en Quneitra, y en varias zonas residenciales de la cuenca de Yarmuk, al suroeste de Siria.
Durante las incursiones, las fuerzas israelíes realizaron inspecciones en instalaciones abandonadas por el ejército sirio y llamaron a la población a entregar sus armas personales. Estos movimientos se producen en un contexto de creciente presencia militar israelí en la zona de amortiguamiento, una franja de terreno situada entre Siria e Israel, cuya supervisión corresponde a la ONU, lo que ha sido considerado por algunos como una violación del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974.
A lo largo de este mes, las fuerzas israelíes también han intensificado sus ataques aéreos contra objetivos estratégicos en territorio sirio, destruyendo un 80% de los mismos, según fuentes oficiales israelíes. En respuesta, el gobierno sirio interino ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga para poner fin a los ataques y exigir la retirada de las fuerzas israelíes de las áreas invadidas.
Mientras tanto, los tanques israelíes permanecen desplegados en áreas clave como la sede de la gobernación de Quneitra, donde han impuesto restricciones a los civiles para evitar acercamientos. Según los habitantes locales, las tropas israelíes realizan frecuentes patrullajes y operaciones durante horas antes de retirarse nuevamente a la zona de amortiguamiento.