El precio del petróleo se disparó ayer en los mercados internacionales, después que Estados Unidos señalará que prohibirá la importación de crudo desde Rusia, a lo que siguió horas después el anuncio del gobierno del presidente Putin de que su país prohibirá la exportación del “oro negro” hasta fines de este año. Por otra parteel Reino Unido dijo que eliminará gradualmente la importación de petróleo ruso hasta llevarla a cero para fines de este año, pero seguirá permitiendo las importaciones de gas natural de Rusia.
Tras estas novedades el precio del Brent (precio de referencia de Uruguay) saltaba entonces a 128 dólares, subiendo más de 5% y ubicándose en uno de los mayores valores desde 2017. Los precios habían llegado ayer a los 133 dólares en la jornada de ayer, pero después se moderaron. Los analistas no descartan que el valor del crudo alcanze los 150 dólares.
El decreto firmado por el presidente Putin que frena la exportación de crudo indica que el objetivo es «garantizar la seguridad de la Federación Rusa y el funcionamiento ininterrumpido de la industria», y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2022. En el decreto se establece que queda prohibido «exportar fuera de la Federación Rusa» productos y (o) materias primas, que quedarán explicitadas en la lista que apruebe el gobierno ruso en los próximos dos días.
Estas medidas no se aplicarán a los «productos y (o) materias primas exportados de Rusia y (o) importados al país por ciudadanos de la Federación Rusa, ciudadanos extranjeros y apátridas para uso personal». Esto significa que una serie de países seríanexcluídos de la medida.
Horas antes de este decreto, el presidente de EEUU, Jon Biden señalaba que ese país prohibía las importaciones de petróleo y gas rusos.
«Hoy anuncio que Estado Unidos está apuntando a la arteria principal de la economía de Rusia. El petróleo ruso ya no será aceptado en puertos de EE.UU. y los estadounidenses asestarán otro potente golpe contra la máquina de guerra de Putin» dijo Biden. La orden ejecutiva además prohíbe las nuevas inversiones estadounidenses en el sector energético de Rusia y la financiación o habilitación de empresas extranjeras que estén realizando inversiones para producir energía en el país euroasiático.
El mandatario ha declarado que Washington entiende que algunos de sus aliados en Europa no pueden unirse a la prohibición de importar energía de Rusia. «Estamos trabajando estrechamente con Europa y nuestros socios para desarrollar una estrategia a largo plazo para reducir también su dependencia de la energía rusa», ha precisado.También dijo que Estados Unidos produce mucho más petróleo a nivel nacional que todos los países europeos juntos.
Ayer la ministra de Asuntos Exteriores alemana, AnnalenaBaerbock, declaró actualmente es imposible que Alemania siga las medidas de Estados Unidos y Reino Unido.“Es una situación diferente. No producimos mucho petróleo. Un tercio de nuestras importaciones de petróleo procede de Rusia. Si las detenemos ahora, dentro de unos días no podremos transportarnos», dijo Baerbock.
Las consecuencias
La formalización de las sanciones implica un “conflicto prolongado” y tendrán “enormes implicaciones” para el mercado energético a largo plazo, dijo Rebecca Babin, operadora sénior de energía de CIBC PrivateWealth Management.
Algunos de los principales operadores de Wall Street han elevado sus previsiones de precios. Goldman Sachs Group Inc. ahora proyecta que el Brent se cotizará en US$135 este año, frente a los US$98 anteriores. JPMorgan & Co. dijo que el Brent podría dispararse hasta los US$185 a fines de este año si se mantienen las condiciones actuales. UBS Group AG dijo que ve US$125 como un límite suave para los precios, pero que podrían llegar hasta US$150 en caso de se prolongue la guerra.
“Es posible que se produzcan algunas correcciones, pero en última instancia, los precios van a subir mucho, mucho”, dijo Amrita Sen, analista jefe de la consultora Energy Aspects, en una entrevista con el canal Bloomberg TV. “Yo diría que se necesitan al menos US$150, si no más, para que se produzca una desaceleración importante del crecimiento de la demanda”.