El teatro resiste: «“Conferencia sobre la lluvia”

A medio camino entre el monólogo y la confesión, inunda el escenario de citas y metáforas climatológicas.

Se estrena “Conferencia sobre la lluvia” con la dirección de Eduardo Cervieri, vuelve a escena Carlos Rodríguez con un unipersonal de Juan Villoro, dramaturgo mejicano, en el Teatro del Notariado el próximo viernes 7 de julio .

Previamente estarán en el Teatro Politeama de Canelones el 23 de junio y el 25 del mes en Teatro Alsur de Atlántida. Nos resulta una propuesta acertada recorrer un poco del interior antes y estrenar en esa gran ciudad y en ese inmenso teatro que es el Politeama para probar al público y la recepción que tiene este nuevo trabajo de esta dupla que siempre han generado éxitos, no sólo en Uruguay si no fuera de nuestro país. Les auguramos lo mejor en esta nueva aventura teatral.

¿Qué sabemos de la obra?

El escritor Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) es el autor de la pieza teatral «Conferencia sobre la lluvia», una obra que se estrenó en su país en agosto de 2013, y que, a medio camino entre el monólogo y la confesión, inunda el escenario de citas y metáforas climatológicas.

Construye un monólogo en el que literatura y climatología se confunden entre metáforas y confesiones. En su particular obra teatral, Villoro retrata a un conferencista que va a dar una charla que tiene como tema la relación entre la poesía amorosa y la lluvia. Sin embargo, éste pierde sus apuntes al momento de hablar frente al público y la lluvia empieza a caer.

El conferenciante de la «Conferencia sobre la lluvia» de Juan Villoro es un bibliotecario solitario y taciturno al que han encargado una charla. Con los nervios por tener que hablar en público, pierde los papeles en los que guardaba sus apuntes, y tiene que improvisar ante la audiencia, transitando los recovecos de lo espontáneo. La intimidad de la lluvia se transforma en la intimidad del personaje, que va desgranando sus filias y fobias mediante un intermitente goteo. Las palabras, como en cualquier chaparrón, se precipitan sin aparente estructura previa. Estamos, pues, ante un género clásico, la digresión, territorio que acoge como pocos la intemperie.

“El protagonista no renuncia a la conferencia; transforma su desorden en método expositivo”, nos dice Villoro en el prólogo al libro.

Es la nostalgia un tema recurrente cuando pensamos en la lluvia y en el poema. Y así nos lo recuerda el bibliotecario, que es, ante todas las cosas, lector de melancolías. Si el caminante ha de cambiar de trayecto cuando la tormenta acecha, el conferenciante ha de hacer algo muy parecido cuando se queda sin guion ni partitura. Y ahí la cascada de frases y párrafos caen como un constante y eficaz sirimiri.

“Cuando no estoy leyendo me eclipso con facilidad, me encierro en una nube, como si buscara un libro”, explica el conferenciante, que además afirma que la literatura es un lugar en el que llueve. “He dedicado buena parte de mi vida a coleccionar chubascos literarios”, bromea

¿Cuántas cosas cambian cuando el cielo se descompone? Y, sin embargo, todos los seres humanos somos iguales bajo la lluvia. E iguales cuando leemos.

¿No es la lluvia que golpea la ventana, junto a la caricia de un gato, el mejor escenario de resistencia ante un mundo que no pretende frenar ni cuando asome el más abrupto de los acantilados?

Esto es tan sólo un resumen apretadísimo de lo que se podrá ver , apreciar, sentir el día que se levante el telón en el Teatro del Notariado y el Conferencista, Carlos Rodríguez comience entre gotas y gotas a hablarnos y a ir hilvanando sentires, pensares y mucho más. Esperemos pues la versión de Cervieri sobre este texto y veremos si estos ítems citados coinciden o hay modificaciones al respecto.

Por esto y por mucho más el teatro resiste!.

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