En una entrevista publicada por las redes del club Merengue, Federico Valverde habló sobre la motivación que tiene tanto él como todo el plantel del Real Madrid de cara al clásico de este domingo (17 horas de Uruguay) contra el Barcelona: “llegamos muy motivados y con ganas de disfrutar del partido con la gente, de su apoyo y de ganar. He jugado pocos, pero he ganado muchos. Para mí es una felicidad muy diferente a la del resto de partidos. Es un plus y más cuando juegas en el Bernabéu con el apoyo de la afición, da mucha alegría”.
Además, Valverde comentó cómo es marcar en un clásico de este calibre: «es muy especial, como cuando se gana. Es único porque jugar esta clase de partidos y meter un gol repercute mucho en mi país, todos se vuelven locos. Hay que disfrutar de los entrenamientos previos, del partido y de la afición”, expresó.
El volante indicó que han trabajado bien en la semana previa y que saben que este partido tendrá un condimento especial, y es que podría no solo despegar aún más al Real Madrid del Barcelona en la tabla, sino también de quien ocupa el segundo lugar, el Sevilla.
“Estoy a tope. Con ganas de seguir trabajando duro y aportando mi granito de arena. Llevo esa responsabilidad de llevar el escudo del Real Madrid que te da un plus increíble”, añadió.
Por otra parte, en la entrevista post partido tras la victoria de los Merengues contra Mallorca en la señal de Movistar+, Valverde criticó la dureza que emplearon algunos jugadores del rival al comentar que “sí” se puede ir fuerte, pero “no de mala intención”, en referencia a una entrada de Pablo Maffeo sobre Vinicius y el pisotón de Raíllo sobre Rodrygo.
“Hay que tener conciencia, hay cosas que no se pueden hacer porque el compañero de enfrente está luchando por lo mismo. ¿Se puede ir fuerte? Sí. ¿Se puede ir de mala intención? No. Eso no era manera, pero es parte del fútbol y hay que seguir para adelante y cuidarnos entre nosotros”
Además, Federico Valverde concedió una extensa entrevista virtual al programa español ‘El Larguero’, que empezó rompiendo el hielo con su suplencia detrás de Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro. “Disfruto un poquito pero estaría bien entrar un poquito más. Cada vez juegan más y mejor. ¡Es peor! ¿No puedes descansar un partidito?”, bromeó.
“Desde el primer día que llegué al Real Madrid trato de aprender de ellos y sacarle el mayor fruto posible a cada uno. Intento aportar lo mío y sé que trabajando duro también puedo hacer que ellos sigan mejorando y estén a gran nivel. Es mejor jugando porque me gusta jugar, pero cuando no, los apoyo en lo que sea”, contó.
De Modric destacó sus “ganas de ganar” por “haber logrado muchas cosas y tener ese ímpetu de seguir ganando”, de Kroos “la tranquilidad que tiene” porque “en cada partido parece que va a jugar al patio de la casa con los hijos”, y de Casemiro “la agresividad”. “Me lleva ese reflejo de los que venimos de Sudamérica de pelear cada balón y cada partido como si fuera el último, porque para nosotros cada partido es el último”, agregó.
Sobre sus propias características, que lo hacen entrar ante el primero de los tres que sea baja, cree que tiene “un poco de Luka por la energía”. “Intento jugar para el equipo y ser esa parte que no se ve mucho. Casemiro hace el oscuro que no resalta pero siempre está cubriendo los espacios”, contó el Pajarito, quien cree que su “mejor momento fue con Zidane”.
Tiene ganas de jugar el clásico del domingo, “un partido único”, y bromeó respecto al incentivo de su novia para que rematara al arco o cocinaba ella. “Cuando dijo eso me mentalicé en tirar a portería. No voy a decir que cocine mal pero puede mejorar bastante”, expresó. Con tal de jugarlo, asegura que lo haría hasta de lateral izquierdo, donde será baja Mendy, y recordó que ya lo hizo contra Villarreal.
Sobre su sentimiento por vestir la casaca del Real Madrid, dijo que “es especial” porque le “cambió la vida”. “Yo soy hincha de Peñarol, siempre lo digo. Para mí es mi pasión, es lo mejor del mundo. Pero desde el primer día que me puse la camiseta supe que es el mejor equipo del mundo. Es una responsabilidad enorme, una presión enorme, pero disfruto de ello”, indicó.
Cuando le preguntaron si prefiere ganar una Champions League con el Real Madrid o el Mundial con Uruguay, prefirió no dar una respuesta, pero sí estuvo claro al responder qué es lo que tienen los uruguayos que los diferencia del resto, aludiendo a unos dichos del entrenador Quique Sánchez Flores sobre las “pelotas” de los charrúas.
“Creo que el futbolista uruguayo tiene esas ganas de luchar. Nos criamos mucho peleando, mirando a nuestros papás luchando cada día por tener un plato de comida y creo que eso después se refleja en el fútbol. Cuando salís al campo recordás todos esos momentos que viste pasar a tu mamá o tu papá, capaz que sin comer un día o trabajando más de 12 horas, y tenés que romperte el alma por ellos, por tu familia en casa, que es a la que voy a dar de comer. Tenemos ese espíritu de luchar como si fuera lo último por nuestra gente”, concluyó.
