El mundo de la ciencia despide a George Fitzgerald Smoot, eminente astrofísico y cosmólogo estadounidense que transformó nuestra comprensión del universo. Falleció en su hogar en París, a los 80 años, dejando un legado imborrable en la cosmología moderna
Nacido el 20 de febrero de 1945 en Yukon, Florida, Smoot creció en una familia modesta, marcada por los traslados frecuentes debido al trabajo de su padre, hidrólogo, y la influencia educativa de su madre, maestra. Su curiosidad innata lo llevó al MIT, donde obtuvo su doctorado en Física en 1970, antes de unirse a la Universidad de California en Berkeley y al Berkeley Lab, instituciones donde desarrolló su carrera. Fue allí donde lideró el experimento que cambiaría la historia de la cosmología: el descubrimiento de las anisotropías en la radiación de fondo de microondas cósmica (CMB) con el satélite COBE de la NASA.
En 1992, Smoot y su equipo anunciaron que habían detectado mínimas variaciones de temperatura en la CMB, las «semillas» del universo primitivo que dieron origen a galaxias y cúmulos estelares. Este hallazgo, que él mismo describió como «ver a Dios» para los religiosos, le valió el Premio Nobel de Física en 2006, compartido con John C. Mather. Su trabajo convirtió la cosmología en una ciencia de precisión, sentando las bases para estudios posteriores sobre la expansión del universo y la energía oscura.

