Gobernador de Texas usaría poderes de guerra en frontera sur de EEUU

Movilizan a miles de soldados de la Guardia Nacional para los puestos fronterizos

El gobernador de Texas, Greg Abbott, baraja la posibilidad de usar poderes de guerra para reprimir la creciente llegada de migrantes por la frontera sur de Estados Unidos, lo que según el republicano sería una «invasión».

Un reporte del diario The New York Times informó que Abbott está sopesando la posibilidad de invocar poderes de guerra reales para obtener una autoridad estatal mucho más amplia en la línea divisoria de 1.254 kilómetros de su estado. Podría hacerlo, argumentan los defensores dentro y fuera de su administración, si apelara un artículo de la Constitución que señala que los estados no pueden participar en una guerra, excepto cuando «realmente son invadidos».

Durante el último año, Abbott ha transformado el incesante flujo de inmigrantes a través de la frontera con México en un potente mensaje político, asumiendo el papel de defensor del país de la migración no autorizada. A juicio del Times esa postura busca créditos para su carrera por lograr un tercer mandato en las elecciones de medio término de noviembre.

Sin embargo, su actitud agresiva no ha servido de mucho para frenar la marea y lo expuso a fuertes críticas por utilizar su autoridad para inmiscuirse en un ámbito político que pertenece al gobierno federal, apuntó el rotativo. Los principales abogados de Abbott y el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se reunieron este mes para debatir la medida, que pondría al estado en un choque frontal con la Casa Blanca al dar potestad a la policía estatal para detener y deportar a los migrantes.

Aunque dice estar abierto a opciones, el gobernador admitió su preocupación por las consecuencias no deseadas, porque «si utilizamos esta estrategia, podría exponer a las fuerzas del orden del estado de Texas a ser procesadas», expresó durante una reciente conferencia de prensa. Abbott ya movilizó a miles de soldados de la Guardia Nacional para que se sitúen en los puestos fronterizos y ordenó inspecciones de seguridad de los camiones procedentes de México, con lo cual llegó a interrumpir el comercio internacional.

Además, supervisó la construcción de unos 32 kilómetros de nuevas vallas fronterizas y destinó algunas prisiones estatales para retener a los migrantes. También pagó autobuses para trasladar indocumentados a Washington, D.C., un plan de Abbott que pretendió “trastornar” el gobierno de Joe Biden, subrayó el diario en otra publicación.

La administración demócrata anunció que levantaría el próximo 23 de mayo el polémico Título 42, una medida establecida en 2020 por Donald Trump (2017-2021) que facilitó la deportación rápida de migrantes bajo el pretexto de la pandemia de Covid-19. La eventual eliminación de esa política augura un arribo masivo de personas sin documentos legales.

México y la «extorsión»

El ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha calificado de «extorsión» la postura del gobernador de Texas, que ha levantado los controles extraordinarios de mercancías en la frontera a cambio de concesiones de los gobernadores de los estados mexicanos fronterizos.

Los controles implantados por las autoridades texanas provocaban colas de entre 24 y 30 horas en la frontera, lo que forzó a los gobernadores de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua a negociar, cada uno por su cuenta, acuerdos y concesiones. «Déjame ponerlo entre comillas. Es el esquema de extorsión. Más bien es una extorsión. Cierro la frontera y tienes que firmar lo que yo diga. Ese no es un acuerdo. Un acuerdo es que tú y yo estemos de acuerdo en algo y el problema de la migración no es de México. Son las decisiones que Estados Unidos debe tomar», ha apuntado Ebrard desde Nuevo León, según recoge el diario ‘Milenio’.

Así, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, se ha comprometido a mantener retenes antes de llegar a Puente Colombia y patrullajes en 14 kilómetros de frontera. Tras la firma del memorándum de entendimiento, los cruces por Nuevo León se agilizaron. Ebrard ha apuntado que no cuestiona a los mandatarios estatales mexicanos por acceder a las demandas del republicano pues, indicó, «no tenían otra alternativa». «No juzgo. Yo creo que los gobernadores hacen lo que pueden. No tenían otra alternativa, pero nosotros no vamos a estar dispuestos a que un gobernador extorsione a México. Eso nunca lo voy a permitir», ha remachado, y ha atribuido su postura a que se encuentra ya en campaña para la reelección.

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