Halloween es una fiesta que se celebra el último día de octubre, en la víspera de la fiesta cristiana de “Todos los Santos” y el “Día de los Fieles Difuntos” o de los “Muertos”. Una de las grandes teorías es que la fiesta era impulsada por los paganos, concepto religioso genérico empleado por los cristianos desde el siglo IV para referirse a las personas que no creían en Dios.
Se cree que Halloween se remonta a hace más de 2000 años cuando se celebraban Samhain, el día de Año Nuevo celta que caía el 1 de noviembre, lo que marcaba el final de la cosecha y el inicio de la temporada oscura del año. Se creía que los demonios, las hadas y los espíritus de los muertos caminaban por la Tierra la noche anterior, cuando la separación entre el mundo de los vivos y el de los muertos era mínima. Esto ocurría lo que hoy se conoce como Escocia, Gales e Irlanda.
Los celtas encendían hogueras y ofrecían regalos de comida, con la esperanza de ganarse el favor de los espíritus de los que habían muerto el año anterior. También se disfrazaban para que los espíritus de los muertos no los reconocieran. Sin embargo, los historiadores afirman que el origen de esta costumbre en la que los niños piden caramelos a sus vecinos puede remontarse a las antiguas celebraciones celtas o incluso a una costumbre navideña ya desaparecida. Y la propia frase se remonta a los años 20, cuando las bromas de Halloween llegaban a poner en jaque a ciudades enteras, de ahí la evolución de lo que en principio era «truco o trato».
Pero ahora, el concepto de Halloween ha cambiado, en este día muchos adultos de Estados Unidos, Reino Unido, y cada vez más países del resto del mundo esperan que llamen a su puerta niños disfrazados, con los brazos extendidos y una bolsa abierta para recibir caramelos, chocolates o dulces. En los tiempos modernos, el «dulce o truco», se ha convertido en una tradición casi sagrada para el “día de brujas”.
Los inmigrantes europeos trajeron Halloween a Estados Unidos, y la celebración se hizo popular en el siglo XIX, cuando la inmigración irlandesa-estadounidense se disparó. Sus costumbres y creencias populares se fusionaron con las tradiciones agrícolas existentes. El truco o trato se generalizó en EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial, cuando terminó el racionamiento y los dulces volvieron a estar disponibles.
El rápido desarrollo de los barrios suburbanos, donde era más fácil que nunca que los niños se desplazaran de casa en casa, también impulsó el aumento de la tradición. En 2009, Halloween se convirtió en la principal festividad estadounidense en cuanto a ventas de chocolate, y la cifra sigue creciendo. Desde entonces, se ha ido expandiendo a otras regiones mezclandose de a poco en la cultura de otros países y Latinoamérica no es la excepción. La primera plataforma de marketing llamada Kids, especialista en el mercado de menores de 18 años asegura que Halloween es la fiesta favorita de los niños de la región.
Que pelotudez, festejar algo que no es nuestra tradición. Una basura anglosajona.