Según informó el diario El País, la relación entre la joven y la víctima comenzó en 2021 por motivos laborales, pero no retomaron contacto hasta abril de 2023, cuando la mujer publicó una historia en Whatsapp ofreciendo la venta de un celular. El hombre se interesó en la oferta y, a partir de la transacción, ambos continuaron en contacto.
En una de las conversaciones, la imputada compartió que se encontraba en una situación laboral complicada, lo que llevó al hombre a girarle $2.000 en apoyo. Las comunicaciones entre ambos luego derivaron en un tono erótico, lo que fue utilizado por la mujer para extorsionarlo, exigiéndole dinero a cambio de no divulgar información a su familia y empleadores, según explicó la fiscal Bettina Ramos.
El hombre accedió a las demandas y realizó pagos cada 154 días, pero las amenazas continuaron. Incluso, en una ocasión, la imputada cumplió con su amenaza de contactar a la esposa de la víctima a través de Instagram y Whatsapp, advirtiendo que si no recibía el pago, revelaría lo ocurrido a los hijos del matrimonio.
Las investigaciones demostraron que la imputada actuaba en coordinación con su hermana, logrando que la víctima les entregara un total de $75.000 durante los ocho meses que duró la extorsión.
La jueza María Noel Odriozola determinó el arresto domiciliario total para ambas, aunque a fines de agosto el Tribunal de Apelaciones modificó la medida, disponiendo prisión preventiva para una de las hermanas mientras avanza la investigación.