Este lunes el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) Uruguay firmaron un documento que establece una cooperación orientada al desarrollo de las políticas socioeducativas dirigidas a adolescentes que abarca el instituto. El conocimiento de cada persona es fundamental para favorecer su reinserción, señaló el presidente del Inisa, Jaime Saavedra.
Uno de los componentes del acuerdo abarca el desarrollo de un software que permitirá realizar un seguimiento de las intervenciones de los educadores, con el objetivo de obtener un conocimiento personalizado acerca de los adolescentes y elaborar una hoja de ruta para su reinserción.
En ese sentido, buscan fortalecer los programas de egreso, apuntando así a la disminución de reincidencia de los adolescentes. Estos programas incluyen formación educativa y laboral, así como el fortalecimiento de los vínculos institucionales y comunitarios para el sostén en el territorio.
Por otra parte, el documento establece un abanico de acciones, destacándose entre ellas, el desarrollo de un estudio de la población adolescente privada de libertad, promover estrategias para el cuidado de la salud mental, mejorar la articulación interinstitucional, promover la formación continua de educadores y profundizar el trabajo con las familias de los adolescentes, entre otros aspectos.
Saavedra señaló que el acuerdo se precisa “como al agua” porque permite conocer con mayor detalle a los adolescentes que están bajo la responsabilidad de la institución y que el apoyo privado fortalece los programas reinserción social. En conclusión, el objetivo es que “cuando salen de acá, que no vuelvan nunca más, porque el Inisa no es lugar para que los adolescentes regresen. Deben salir con una mochilita repleta de oportunidades y la deben saber usar”, enfatizó.
Anteriormente, había mencionado que “casi la mitad de los chiquilines que se encuentran en INISA no culminaron el ciclo básico”. En ese sentido, recordamos que el instituto firmó un acuerdo junto al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), mediante el cual 270 jóvenes privados de libertad accederán a capacitación en herrería, soldadura, instalaciones eléctricas, sanitaria y montaje de yeso para sistemas constructivos no tradicionales.
“Esto debemos resolverlo con el apoyo de INEFOP, ANEP y todas las instituciones que deseen colaborar con nosotros. Porque en la educación está una de las claves de la salida, y en el trabajo también”, remarcó.
Según datos más recientes hay 353 internados en el Inisa, de los que 136 tienen 18 años o más, lo que implica el 39% del total. Situación que representa un desafío ante los planes de inclusión, que están pensados para adolescentes, por lo que no se corresponden con la necesidad de los adultos. Asimismo, desde 2014 a la fecha, Uruguay viene transitando un proceso en el que se aplican más medidas alternativas que sanciones de privación de libertad. “Actualmente hay más de 400 con medidas alternativas”, precisó.

