El Consejo de Guardianes de la Constitución de Irán aprobó este miércoles una ley que obliga al gobierno a suspender su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Profundizando el distanciamiento entre Teherán y el organismo de control nuclear de la ONU.
La medida, ya sancionada por el Parlamento, fue confirmada por el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica, Mohammad Baqer Qalibaf.
A través de la red social X. “Es imposible continuar la colaboración con una agencia que facilita la guerra y sirve a los intereses inhumanos del régimen sionista”, afirmó, en referencia a Israel.
Según el texto legal, la suspensión se mantendrá mientras no se garantice la plena seguridad de las instalaciones y científicos nucleares iraníes. Y hasta que se reconozca explícitamente el derecho del país al enriquecimiento nuclear con fines pacíficos. Tal como establece el artículo 4 del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Además, la nueva normativa exige al Ejecutivo la presentación de informes trimestrales sobre su cumplimiento ante el Parlamento y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Esta decisión añade tensión a las ya delicadas relaciones entre Irán y Occidente, y podría complicar los intentos internacionales de monitorear el programa nuclear iraní en un momento de alta volatilidad regional.