La decisión ha sido comunicada al Gobierno argentino a través del Ministerio de Justicia italiano después de una resolución del Tribunal de Apelaciones de Bolonia dictado tras «un largo proceso judicial» que empezó en 2013, según un comunicado gubernamental.
Las autoridades argentinas consiguieron impulsar un cambio en la ley italiana, que solo consideraba como imprescriptibles los delitos de homicidio, e incluyeron también los de torturas, lo que ha permitido la extradición.
Boschi ejerció como capellán auxiliar del Escuadrón de Exploración de Montaña VIII de San Rafael y supuestamente habría cometido los mencionados delitos en el Centro Clandestino de Detención «La Departamental».
El excapellán huyó del país en 2011 tras un juicio realizado en Mendoza por delitos de lesa humanidad, el primero de este tipo, y en el que los testigos señalaron su responsabilidad.
Además, el Gobierno argentino ha asegurado que este caso abre las puertas a la extradición del exmilitar Carlos Malatto, que reside en Italia y que está reclamado por la Justicia de Argentina por crímenes de lesa humanidad contra más de un centenar de personas.