Como informáramos en el mes de abril, se localizó en el aeropuerto de Melilla un avión en estado de abandono que durante las dictaduras del Conosur fue utilizado para el traslado clandestino de prisioneros políticos. El hallazgo fue realizado por el ilustrador uruguayo Sebastián Santana Camargo quien se encontraba llevando adelante una investigación para un proyecto audiovisual acerca del llamado “Plan Cóndor”. El avión es u Hawker Siddeley HS-125, con matrícula 5-T-30/0653.
Según el informe elaborado por Santana, se trata de un avión Hawker Siddeley HS-125 que fue denominado como “avión del plan cóndor” en referencia a su utilización frecuente para el traslado de prisioneros políticos entre los países de la región.
El juez federal argentino Norberto Casanello emitió una solicitud de “exhorto internacional a las autoridades jurisdiccionales uruguayas competentes a los fines de solicitarles el dictado de una medida cautelar que disponga preservar el estado actual del avión (…) ubicado en la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay”.
“Esto es muy importante para quienes estamos trabajando para preservar este aparato y hacer lo posible para que la idea final sea llevarlo a Argentina y que se hagan peritajes y que se recupere el libro de vuelos para ver si así como estuvo involucrado en un traslado clandestino, estuvo en otros” dijo a Diario La R, Sebastián Santana.
Para Santana la importancia de la preservación del avión radica en su carácter de “símbolo” y “prueba material muy valiosa” por lo cual califica a la solicitud de Casanello como “muy importante”. “Entendemos que va en la línea de preservar e investigar a fondo”, dijo.
Declaración
El pasado jueves 15 de junio Santana había declarado ante Casanello en su carácter de autor del hallazgo, “me convocaron del juzgado para dar testimonio en relación al informe que había presentado”, afirma Santana y agrega: “básicamente lo que hice fue dar fe de todos los datos que conseguí y que se encuentran en el informe”.
El ilustrador asegura haber quedado “satisfecho” y con “expectativa de cómo lo va a tomar la justicia uruguaya”. “Sabemos que los tiempos son lentos y que la justicia está sobrecargada de trabajo y muy corta de presupuesto”, admitió. Santana relata en conversación con La R que en Uruguay ya se habían comenzado a interponer recursos de cautela sobre el avión, “pero ahora al venir del poder judicial de otro país entiendo que tiene otra fuerza y suma en ese mismo sentido”, expresó.
El 16 de mayo de 1977 los militantes Nelson Santana y Gustavo Inzaurralde del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) fueron trasladados por las fuerzas represivas de la dictadura paraguaya, desde Asunción a Buenos Aires. El traslado se realizó con este avión de la armada argentina que sirvió tanto para vuelos de este estilo como para viajes oficiales de jerarcas de la dictadura de Jorge Rafael Videla.
Por este caso fueron acusados en Uruguay el exdictador Gregorio Álvarez y el Coronel Carlos Calcagno. Este último figura en los llamados “documentos del terror” de la dictadura paraguaya como interrogador de los detenidos antes de su traslado a Buenos Aires. En uno de estos documentos se define a estas sesiones de tortura que sufrieron los uruguayos como “minusiosos interrogatorios”. Ambos represores fallecieron cumpliendo condena por estos crímenes.