La crianza de corderos en Uruguay se ha consolidado como una actividad económica relevante, especialmente orientada a la exportación. Uruguay, con su vasta extensión de pastizales y un clima favorable, ofrece condiciones ideales para la cría de ovinos. La producción de corderos se centra principalmente en razas como la Corriedale y la Merino, conocidas por su calidad de carne y lana.
El proceso de crianza comienza con la selección de reproductores de alta calidad, lo que asegura la mejora genética y la producción de corderos con características deseables. Los corderos suelen nacer en primavera, aprovechando la abundancia de pasto. Durante las primeras semanas, se les proporciona una alimentación equilibrada que incluye leche materna y, posteriormente, forrajes y concentrados.
Los productores uruguayos implementan prácticas de manejo sostenible, asegurando el bienestar animal y la salud del ganado. Esto incluye el control de enfermedades, la vacunación y la desparasitación. El uso de sistemas de pastoreo rotacional permite mantener la calidad del suelo y la salud del ecosistema.
El ciclo de engorde de los corderos es fundamental para alcanzar pesos óptimos antes de la exportación. Generalmente, los corderos se faenan entre los 90 y 120 días de vida, logrando un peso de entre 20 y 30 kg. La carne de cordero uruguayo es altamente valorada en mercados internacionales debido a su sabor, terneza y calidad. Uruguay cuenta con normativas sanitarias rigurosas que garantizan la calidad del producto. Las exportaciones se dirigen principalmente a países como Brasil, Europa y algunos mercados asiáticos, donde la demanda de carne ovina ha crecido en los últimos años. La trazabilidad es un aspecto clave en este proceso, permitiendo que cada cordero pueda ser seguido desde su nacimiento hasta el consumidor final. Además, el sector ovino se beneficia de la colaboración entre productores, instituciones gubernamentales y organizaciones privadas, que trabajan en conjunto para mejorar la competitividad del país en el mercado internacional. La promoción de la carne de cordero uruguayo en ferias y eventos internacionales también ha contribuido a su posicionamiento.
La crianza de corderos para exportación en Uruguay se desarrolla a través de prácticas sostenibles, selección genética, manejo adecuado y cumplimiento de normativas sanitarias. Este enfoque ha permitido al país destacarse como un proveedor confiable de carne ovina de alta calidad en el mercado global. La combinación de tradición, innovación y sostenibilidad es clave para el futuro del sector ovino en Uruguay.