La Dictadura

El 27 de Junio de 1973 tenía 18 años, empezaba mi carrera de Notariado en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y militaba desde los 16 años en el Movimiento Nacional de Rocha del Partido Nacional. Dos años antes, en las discutidas elecciones de 1971, no tenía la edad para votar, pero sí para trabajar por la esperanzadora fórmula de Wilson Ferreira Aldunate-Carlos Julio Pereyra. Lamentablemente para el país, Wilson no fue elegido presidente, en unas turbias elecciones que lo despojaron, por primera vez (ya vendría una segunda en 1984) de ejercer la primera magistratura. Luego se convertiría en el líder de la oposición a la dictadura.  

Esa noche de 1973 todo se derrumbó. Los militares irrumpieron en el Palacio Legislativo apoderándose del corazón de la democracia. Tropas y tanques militares lo rodearon y lo intervinieron. El Poder Legislativo, sus senadores y diputados, fueron despojados de sus funciones, discernidas por el pueblo uruguayo, por largos y oscuros años. Juan María Bordaberry encabezó el putsch militar que trajera años de desventura a nuestra patria. 

Esa misma fría y oscura noche de junio, en un memorable discurso en el Senado de la República, Wilson Ferreira Aldunate, nuestro líder, declaraba al Partido Nacional “en guerra” contra la dictadura. “Nuestro Partido Nacional se considerará en guerra contra Juan María Bordaberry, enemigo de su pueblo.” “Los senadores me permitirán que yo, a pesar que la hora exige emprender la restauración republicana como una gran empresa nacional….arroje al rostro de los autores de este atentado, el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo que será, no tengan la menor duda, el vengador de la República: el Partido Nacional! Viva el Partido Nacional!”. 

Todo se derrumbó, las libertades públicas cercenadas, la Universidad de la República intervenida y cerrada, la prensa censurada, los partidos políticos cerrados, ciudadanos presos, exiliados. 

27 de junio de 1973, allí comenzó la lucha del pueblo uruguayo y la nuestra por la recuperación de la democracia y la libertad, que amanecería recién el primero de marzo de 1985. Una larga y oscura noche de 12 años que nos llevó a transitar, desde muy jóvenes, por tiempos turbulentos. Estoy orgulloso de haber formado parte y vivido intensamente esa lucha por un Uruguay libre. Pero esa es otra historia… 

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