Argentina y Francia sonríen. Ambas selecciones se medirán este domingo a partir de las 16 horas en Doha en la gran final del Mundial 2022, donde los dos pelearán por conseguir la que sería su tercera estrella. Un duelo entre dos potencias futbolísticas… con sus respectivos estandartes: Lionel Messi y Kylian Mbappé.
Un enfrentamiento entre dos de los mejores jugadores del planeta y, además, dos de las estrellas del París Saint-Germain. Un club muy conectado desde hace más de una década con el país en el que se está celebrando esta Copa del Mundo. Fue en 2011 cuando Qatar Investment Authority compró el 70% del equipo y, desde entonces, no ha parado de crecer.
Un hombre clave en la evolución del club parisino es Tamim bin Hamad Al Thani, jeque de Catar desde 2013 que ha apostado firmemente por el deporte para expandir la imagen del país por todo el globo terráqueo. En 2005 fundó Catar Sports Investments, dependiente de un fondo de inversión estatal, y promovió diversos eventos deportivos internacionales en Catar, que han culminado con la organización del Mundial, todo ello con vistas a favorecer la proyección internacional del emirato.
Con Nasser Al-Khelaifi como ejecutor de sus órdenes, Al Thani ha mostrado el músculo financiero con fichajes de auténtico renombre como el del propio Mbappé, por el que pagó 180 millones de euros al Monaco, y como el de Lionel Messi tras su sorprendente salida del Barcelona en el verano de 2021. Todo ello sin obviar a Neymar, cuyo pago de 222 millones de euros lo convirtió en el fichaje más caro de la historia.
