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La unión de las fuerzas populares impulsó un histórico referéndum

Uno de los integrantes del PIT-CNT en el comando de la Comisión Nacional por el Sí, Gerardo Rodríguez, analizó en diálogo con Diario La R el proceso realizado por las organizaciones sociales que finalizó el domingo con el desarrollo del referéndum e indicó que la valoración es “muy positiva”.

Presidente de Fancap

¿Cuál es la evaluación que hace el la central sindical del proceso de esta campaña electoral que comenzó con la recolección de firmas y terminó el domingo con el referéndum?

En primer lugar, se hace una valoración muy positiva si partimos de la base de que no se logró el objetivo. Está claro que eso hay que reconocerlo y es clarísimo. No se puede hablar tampoco de una derrota porque para nosotros desde el punto de vista de la acumulación en el campo popular fue muy bueno.

Cuando nos propusimos transitar este camino el objetivo era, obviamente, derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), pero también generar una profundización de los niveles de organización en el campo popular como para poder enfrentar otros desafíos y también la interacción de ese bloque popular alternativo con las fuerzas del cooperativismo, la asociación de jubilados, los estudiantes y los diferentes feminismos.

En ese sentido, fue muy bueno lo que logramos. Durante estos dos años fue un proceso de acumulación y hoy eso nos da la posibilidad de enfrentar, por ejemplo, la reforma de la seguridad social y también una agenda que tiene que ver con los sectores populares y las necesidades reales de la gente que nos permite tener otra organización.

¿Cómo se piensa seguir?

Veníamos de un proceso de años que no teníamos un objetivo común como lo hicimos con el referéndum. Nos juntamos con la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), la Intersocial Feminista; una Intersocial que estaba compuesta por diversas organizaciones y nos dimos cuenta ahí que hacía muchos años que habíamos dejado de organizarnos en torno a un objetivo común. Eso había sido una debilidad, si se quiere, del campo popular en términos históricos.

A partir de eso, empezamos a valorar lo importante de todo esto. Me parece que el tema del referéndum es claramente una semilla que dependerá que germine o no de cómo abonamos el camino hacia adelante, cómo se abona el terreno y cómo se riega esa semilla. Con esto, lo que quiero decir es que se culminó una etapa que no es más que un eslabón táctico dentro de una estrategia de fortalecimiento de ese campo popular que tendrá otras instancias donde nos pondremos objetivos en común.

Como decía anteriormente, un ejemplo puede ser la seguridad social, pero también creemos que tenemos que avanzar en una plataforma de temas que son sensibles a las necesidades de la gente y que tienen que estar en el centro de la lucha.

¿Cómo repercute en los trabajadores la no derogación de estos artículos?

Va tener un impacto no solo sobre los trabajadores, sino sobre todo la sociedad uruguaya. El otro día escuché que habrá un ajuste de tarifas en las próximas horas. Ahí ya tiene una implicancia negativa para toda la sociedad. El aumento de las tarifas sabemos que siempre desemboca en el aumento de los productos de primera necesidad como la carne, el pan, el arroz, la polenta, los fideos, etc.

La gente sufre las consecuencias de una política de fijación del precio de los combustibles errática donde todas las inestabilidades del mercado internacional hacen que aumente el valor del crudo; eso lo paga la gente en la economía familiar porque el Estado no cumple su rol de amortiguador de esos vaivenes. Lamentablemente, en las próximas horas ya se van a ver las consecuencias de las mismas.

Pero también todo lo que tiene que ver con lo que queda firme en la reforma de la educación, todo lo que tiene que ver con seguridad pública que hace pocas horas el ministro (Luis Alberto Heber) hizo declaraciones de que ahora realmente iban a aplicarla en toda su alcance. Eso, sin lugar a dudas, va a traer consecuencias. En los recortes que hay en el derecho a huelga, en la vulnerabilidad para quienes no tienen garantías y tienen que alquilar, que ya lo hacían desde hace muchísimos años, pero que ahora van a quedar expuestos a que los echen en pocos días.

Indudablemente, esto tiene consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad, sobre todo para los que no lo tienen.

Una de las consignas que surgió durante este largo trecho que tuvo la campaña fue “Lo urgente es la gente”. En la conferencia de prensa que brindó el Presidente en la noche del domingo mencionó una serie de temas que denominó como urgentes. ¿Qué posición tiene el PIT-CNT con respecto a los mismos?

Indudablemente, la agenda del Gobierno no tiene las mismas prioridades que la del movimiento sindical. Es obvio que las prioridades de un Gobierno de ricos para ricos siempre van a estar sobre las clases dominantes. Para nosotros, la necesidad va a ser la de construir con el campo popular una agenda de temas que de alguna forma pongan en el centro las preocupaciones reales de la gente, ya que no coinciden las necesidades del Gobierno con las necesidades del campo popular.

Nosotros, de todas formas, vamos a seguir organizándonos para fortalecer ese espacio y para defender los derechos de los trabajadores, pero sobre todo tratar de avanzar en el tema que revierta la situación que padecemos. Por ejemplo: la defensa de los salarios, de las jubilaciones y de las pensiones, dado que se ha perdido en estos dos años el poder de compra en forma permanente, pero indudablemente es un camino que tendremos que transitar a partir de que se construya esa agenda con las miradas de todos. No va a ser nada impuesto por una organización, sino que ahí lo que debemos hacer es fortalecer el acercamiento y construir esa agenda entre todas las organizaciones.

Por ejemplo, dos de los temas mencionados por el Presidente fueron los precios y la posibilidad de bajarle los impuestos a la clase media baja…

Lo que dijo el Presidente es simplemente una expresión de deseo porque en los hechos se ve lo contrario. También, en la campaña electoral prometió que iba a bajar los combustibles y todo sabemos lo que sucedió. Así que más que promesas, lo que queremos por parte del Gobierno son hechos que puedan ir en el sentido de lo que se compromete. Dudo mucho que eso suceda. Por eso no vamos a esperar por el Gobierno, sino que nos vamos a organizar para luchar.

Dentro de esa organización que está en proceso de construcción, ¿ya tienen definidos los primeros temas?

No, esa agenda hay que construirla. Si nosotros vamos a plantearle al campo popular avanzar desde una plataforma programática que de alguna manera conjugue las necesidades de la gente no podemos imponerlo, tenemos que ir a construirlo con otros. Pero obviamente que ahí el tema del salario, las jubilaciones y las necesidades que tienen que ver con los derechos fundamentales de las personas como la vivienda, la salud y la educación van a estar presentes.

Pero como digo, es algo a construir. Por lo tanto, sería imprudente de mi parte decir son estos temas porque esos ejes programáticos tienen que salir, justamente, de la interacción con el campo popular.

Un mensaje para el pueblo trabajador.

Indudablemente, el hecho de no haber logrado el objetivo para nosotros tiene una significación, pero lo fundamental es que esto era un eslabón táctico dentro de una estrategia mucho más profunda y que esa estrategia para nada va a verse debilitada por el resultado del domingo, sino que nos va a hacer reforzar los esfuerzos y la militancia para construir desde el campo popular una verdadera resistencia a este proyecto neoliberal y clasista del Gobierno.

En los momentos de mayor adversidad es cuando se necesita mayor compromiso, involucramiento y militancia. Este es uno de esos momentos, un momento histórico complejo en donde la clase trabajadora va a estar a la altura de la mejor historia.

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