Los 79 años del bisabuelo del Rock

Mick Jagger sigue cerca de las ocho décadas rompiendo los escenarios.

Mick Jagger cumplió 79 años. Imposible adivinar su edad si se lo ve en el escenario.

Para explicar este estado físico sobrenatural se recuerda su entrenamiento exhaustivo que incluye gimnasia, varios kilómetros de running, yoga, pilates, entrenamiento vocal y largas sesiones de baile con una frecuencia de cinco o seis días por semana. A eso se le debe agregar una alimentación sana, balanceada que no se permite desvíos. Tampoco se puede desdeñar el factor genético: el padre de Mick fue gimnasta, profesor de educación física, que practicó deportes hasta pasados los ochenta años y que murió a los 93.

En 1969 un periodista le preguntó a un MIck Jagger pletórico, de apenas 25 años, cómo veía su futuro. Mick, muy seguro de su respuesta, dijo: “Me voy a retirar cuando cumpla 33. Es el momento adecuado para que un hombre se dedique a otras cosas. No quiero ser una estrella de rock toda mi vida”.

La vigencia de Jagger no se alimenta sólo de pasado glorioso y de leyenda. En él conviven las contradicciones. Rocker furioso y bisabuelo; rebelde y sagaz empresario; convicto y caballero británico; exitoso líder de la banda de rock más grande de todos los tiempos y solista sin demasiada fortuna; rey de los excesos y talibán de la vida sana y el entrenamiento.

Ser Mick Jagger incluye, entre otras muchas cosas, ser Caballero de la Corona Británica. El yerno que nadie deseaba, la figura satanizada por los medios, el roquero peligroso y rebelde se convirtió en un hombre honrado por la realeza, homenajeado por la Reina.

Las novias y conquistas de Jagger fueron variadas, ininterrumpidas y, la mayoría de las veces, simultáneas. Actrices, cantantes, modelos, bailarinas, groupies. Las notas periodísticas que hablan de récords sexuales echan mano a dudosas estadísticas y ponen la cifra -incomprobable- en cuatro mil mujeres. Su catálogo de conquistas es probable que incluya, también, varios hombres. Tal vez la historia más famosa al respecto sea la que lo tiene como coprotagonista a David Bowie. Angela Bowie, luego de su divorcio (y en especial después de que se haya vencido el plazo de confidencialidad a la que la obligaba el convenio firmado en la división de bienes) contó que un día encontró a su ex marido con Jagger en la cama. Con los años, Angela Bowie brindó diferentes versiones del episodio -que negaron con gracia los dos intérpretes- e intentó a su modo (uno bastante peculiar) de morigerar la versión. Por ejemplo en una entrevista televisiva dijo: “No encontré a nadie teniendo relaciones sexuales. Entré a la habitación y había dos personas durmiendo en mi cama. Sólo que estaban desnudos, y resultó que eran Mick Jagger y David Bowie. Tampoco es para tanto. Eso no significa que hubieran tenido una aventura”.

Mick tuvo ocho hijos con cinco mujeres diferentes. Varios de estos hijos los debió reconocer luego de procesos judiciales por paternidad. Su último hijo, nacido hace 6 años, es dos años y medio menor que su primera bisnieta. Jagger se convirtió así en el primer (y quizá único) bisabuelo del rock.

Su fortuna está calculada en varios cientos de millones de dólares. Sin embargo, no se detiene. Tal vez su carrera no avance, quizá no tenga donde ir más allá. Pero mientras tengas fuerzas, sabemos, que Jagger, casi octogenario, bisabuelo, seguirá batallando.

Lejos de esa iracundia que irrumpió para dar vuelta todo hace medio siglo, parecía que en las últimas dos décadas los Rolling Stones nada podían producir de interesante, que sólo eran una máquina aceitada y espectacular para generar millones con rutilantes pero estandarizados shows de estadio. Estos señores de casi ochenta años, ya son Charlie Watts, siguen sorprendiendo, en una nueva vuelta de tuerca. Ventajas de la longevidad.

Que hagan lo mismo que hace treinta años es disruptivo. Nadie puede creer que el que salta, corre y canta durante dos horas y embruja multitudes (haciéndoles creer que son cófrades de una sociedad secreta integrada nada más que por millones de personas) tiene 79 años. Tiene, nadie puede negarlo, algo de aventura, de riesgo. Probablemente eso, hoy, a pesar de lo que creíamos unos años atrás, también sea rock. El rock siempre fue lugar de jóvenes, un espacio de rebelión, contracultural, de resistencia. ¿Qué puede aportar un alguien de esa edad en ese espacio? Una hipótesis: tal vez, esta versión de los Stones, comandada por Jagger, sea de lo más revolucionario que el rock nos puede ofrecer en la actualidad: estos hombres bien llegando a los ochenta yendo contra el orden biológico, seduciendo masas cada vez más jóvenes, haciendo lo mismo que cincuenta años atrás.

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