A las 2.23 horas (5.23 GMT), el vuelo AR1915 de Aerolíneas Argentinas que trasladaba a la delegación, encabezada por el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el técnico de la Albiceleste, Lionel Scaloni, aterrizó este martes de madrugada en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires. El avión que trasladó a la selección, un Airbus 330 que la aerolínea de bandera ploteó meses atrás con imágenes de jugadores -que incluye un Lionel Messi de gran tamaño en la cola de la aeronave- y una gran camiseta albiceleste para trasladar a los aficionados que viajarían desde Argentina a Catar, fue bautizado en la pista. Minutos antes de las 3.00 horas (6.00 GMT), un exultante Messi con el trofeo de campeón del mundo en las manos junto al seleccionador y al dirigente de la AFA fueron los primeros en descender de la aeronave y, poco a poco, fueron bajando el resto de integrantes de la ‘Scaloneta’. Decenas de miles de personas abarrotaron los tres kilómetros que separan el aeródromo del recinto deportivo de la AFA donde pernoctaron los integrantes de la ‘Scaloneta’, horas antes de trasladarse a Buenos Aires para celebrar junto a la hinchada argentina. Un dispositivo policial de 1.600 agentes permitió abrir un pasillo de seguridad para el acceso del autobús entre los aficionados mientras los jugadores seguían bailando en el techo del vehículo.
El recorrido comenzó a las 15:30 horas, donde mostraron la copa a todos los argentinos que se encuentran inmersos en la alegría que inunda el país estos últimos días. Más de 3 millones de argentinos se han echado a la calle para disfrutar con los suyos de este logro de su selección de fútbol. Sin embargo, con tanta cantidad de gente han sucedido una serie de infortunios y es que los jugadores tuvieron que finalizar su celebración en helicóptero.
La caravana con los héroes de Qatar partió de la sede de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) en la localidad de Ezeiza, a unos 37 kilómetros del centro de la capital argentina, y trató de llegar hasta el centro de la capital.
Desde tempranas horas, la multitud fue creciendo hasta llegar a 4 millones de personas que se agolparon en las cercanías del Obelisco, uno de los principales símbolos de Buenos Aires.
Al no poder llegar hasta el centro por la cantidad de gente en las calles, los jugadores se subieron a un helicóptero para saludar desde el aire a los aficionados.
«Los Campeones del Mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración», dijo la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti.
La gente sostenía pancartas con imágenes de Messi y del fallecido Diego Armando Maradona, cantaban y muchos se trepaban a postes de luz o monumentos.
El gobierno declaró este martes feriado para que todo el país «pueda expresar su alegría más profunda por la selección nacional». La emoción en el país ha estado subiendo de temperatura desde el partido en Qatar, donde Argentina venció a Francia por penaltis tras un empate 3-3, en la que ha sido considerada por muchos la mejor final en la historia de la Copa del Mundo. Tras cuatro horas y media de recorrido, el autobús solo recorrió unos 15 kilómetros de autopista y tomó un desvío en la avenida Larrazábal, debido a que dos aficionados saltaron al vehículo desde un puente. Además, las redes sociales mostraron excesos y descuidos de los simpatizantes, caídas de techos cargados de hinchas o accidentes durante el tránsito. Claudio «Chiqui» Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), expresó su tristeza por no poder terminar el recorrido como estaba planeado: «No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena».