Los ojos de Ernesto: la sensibilidad a flor de piel

Jorge Bolani y su retorno triunfante a la pantalla grande.

El filme tiene varias puntas a destacar. En primer lugar podría subrayarse un bienvenido regreso de Jorge Bolani a la pantalla grande. Un actor todoterreno mayúsculo que aquí interpreta a un ex fotógrafo uruguayo, radicado en Porto Alegre, con un creciente deterioro de su visión. 

Viudo y con un hijo que frecuenta muy poco, sus vínculos y actividades se remiten a la relación amistosa con un vecino argentino de la tercera edad (un impecable Jorge D´Elía), el cobro de su pensión y breves conversaciones con la encargada de limpieza. Todo esto va a cambiar con la irrupción de una joven, que trabaja paseando perros y aprovecha, de vez en cuando, mínimos descuidos para robar alguna que otra pertenencia. 

A través de un tono intimista y sosegado, la directora Ana Luiza Azevedo logra una química especial entre los personajes, que va llevando la narrativa a profundizar en aspectos que hacen a la vejez, la soledad y el distanciamiento afectivo. Basada en la historia real de un retratista italiano, residente en Brasil, con un único vínculo familiar en Europa, la directora elaboró un acertado guión -junto a Jorge Furtado- que va profundizando una relación atípica hasta transformar dicho vínculo en una tierna conexión verosímil. 

Hay que destacar -además- que el juego funciona gracias a la simpática caracterización de la actriz Gabriela Poester en su rol de pícara ladrona arrepentida que logra llegar al corazón y los recuerdos íntimos de un viejo solitario a través de una comunicación epistolar que parece descubrir viejos amores. Manejando una destacada gestualidad focalizada -sobre todo- en sus inmensos ojos que exploran el alma humana, Poester genera la pequeña gran hazaña de construir un perfil querible, a pesar de un pasado de calle que la persigue, logrando una adhesión instantánea con el auditorio. Ni hablar de Bolani, gran referente del teatro nacional que logra adaptarse perfectamente al desafío de transitar por un diálogo en portuñol -situación inusual, si se quiere- que recorre varios tramos del largometraje sin los correspondientes subtítulos cuando predomina el portugués en las escenas. Un detalle menor que no opaca, para nada, la sencilla humanidad que se desprende del filme, sin dejar de lado varios retazos de humor que despiertan la sonrisa del público de manera espontánea. En resumen, una más que bienvenida co-producción con diversos lazos comunicantes que hacen a la poesía y la música uruguaya en medio de un largometraje que no decepciona. Vale.

A los ojos de Ernesto (Aos olhos de Ernesto) – Dirección: Ana Luiza Azevedo. Fotografía: Glauco Firpo; Música: Leo Henkin. Con Jorge Bolani, Gabriela Poester, Jorge D´Elía, Pedro Tergolina, Celina Alcántara yGloria Demassi. Producción: Casa de Cinema de Porto Alegre.

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