OMS advierte del riesgo de cólera en Ucrania

La técnico oficial del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Teresa Zakaria, ha advertido del riesgo de cólera en las áreas afectadas por la destrucción de la presa de Kajovka, en la región ucraniana de Jersón

«No hemos visto ningún caso en humanos de cólera, desde el inicio de la invasión de Ucrania. Dicho esto, las muestras ambientales muestran que el patógeno existe», ha alertado Zakaria en rueda de prensa desde Ginebra (Suiza), para añadir que «esto constituye un riesgo».

En este sentido, ha asegurado que «en cualquier momento» se podrían empezar a encontrar casos, por lo que ha puesto de relieve la importancia de contar con vacunas para prevenir la enfermedad. «Hemos estado trabajando muy estrechamente con el Ministerio de Sanidad de Ucrania para asegurarnos de que existan mecanismos que permitan la importación de vacunas en cuanto sean necesarias», ha afirmado.

«Las actividades están en marcha, sabiendo que el riesgo de cólera está presente y con las inundaciones causadas por los daños de la presa», ha insistido. De hecho, ha informado de que se ha intensificado la vigilancia epidemiológica de las enfermedades transmitidas por el agua.

«Estamos tratando de hacer frente a una amplia gama de riesgos sanitarios asociados a las inundaciones, desde los traumatismos hasta los ahogamientos, pasando por las enfermedades transmitidas por el agua y las posibles consecuencias de la interrupción de los tratamientos crónicos, que también estamos vigilando muy de cerca», ha señalado la experta.

La OMS asegura que está monitoreando «todos los riesgos» asociados a la rotura de la presa. «Los suministros están siendo movilizados para asegurarnos de que seríamos capaces de ofrecer la mejor atención posible», ha afirmado.

Así las cosas, Zakaria ha advertido de que «todavía» no se ha visto «todo el impacto» de la destrucción de la presa, no solo en lo que a las inundaciones se refiere, sino por el cese del suministro de agua potable.

«Creo que estamos ante una población bastante grande potencialmente afectada. La presa abastece a una población de hasta 700.000 personas. Río abajo, hay más de 30 localidades que están en riesgo de inundación. Creo que la información exacta y el alcance exacto del impacto aún está por verse», ha argumentado.

Tal y como ha recordado, las cifras en este momento muestran que «inicialmente» 16.000 personas están en riesgo inmediato de inundación en las orillas del río y miles han sido evacuadas; si bien ha reconocido que «esta cifra solo puede crecer».

«Creo que es difícil y sería imprudente citar una sola cifra en este momento, sobre todo porque aún no hemos visto el alcance total de los daños», ha insistido, para reiterar la «multidisciplinariedad» de este acontecimiento.

«Están las poblaciones que están en riesgo de inundación y las que están en riesgo de interrupción de agua potable. Y luego hay una población aún más amplia que corre el riesgo de tener menos acceso a los alimentos en los próximos meses porque las tierras agrícolas quedan completamente obsoletas», ha lamentado Zakaria.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado que, en los próximos días, la OMS entregará suministros adicionales para reforzar el acceso a los servicios de salud.

«La destrucción de la presa ha causado una devastación generalizada y sufrimiento humano, provocando graves inundaciones, el desplazamiento de comunidades e importantes daños a las infraestructuras y al medio ambiente», ha precisado el director general, que ha llamado a «no subestimar el impacto en el suministro de agua, los sistemas de saneamiento y los servicios de salud pública de la región».

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