El estudio de los peces anuales es una de las líneas de investigación más importantes que lleva adelante el Instituto Clemente Estable. En el Laboratorio de Neurobiología Comparada se investiga el cerebro de las Austrolebias, grupo de géneros de peces que incluye varias especies autóctonas del Uruguay, habitantes de charcos temporales y humedales poco profundos. “Los peces que vienen de las nubes” es el título del libro editado por María José Arezo, Nibia Berois y Graciela García, de la Facultad de Ciencias. La obra recopila artículos de diferentes grupos de investigación que trabajan sobre estos vertebrados.
Estos peces tienen un ciclo de vida muy particular: sus huevos son capaces de sobrevivir enterrados en el suelo durante los meses secos para eclosionar cuando vuelven las lluvias. Las Austrolebias tienen un metabolismo acelerado, ya que cumplen su ciclo vital en menos de un año, con un rápido crecimiento, pronta madurez sexual y un acelerado envejecimiento. Por eso son un modelo ventajoso para el estudio de la neurogénesis, es decir la generación de neuronas a partir de “células madre” cerebrales, entre otras.
Las investigadoras e investigadores del Instituto Gabriela Casanova, Juan Carlos Rosillo, Inés Berrosteguieta, María Laura Herrera, Silvia Olivera y Anabel Fernández, contribuyeron con el artículo “Estudiando el cerebro de las austrolebias”, que relata las investigaciones del Laboratorio de Neurobiología Comparada sobre la neurogénesis en las áreas sensoriales olfativa y visual de los peces y su relación con los cambios en el entorno. Por su parte la investigadora del Departamento de Biodiversidad y Genética Verónica Gutiérrez participó en el capítulo “El genoma de los peces anuales: evolución, especiación, filogeografía y aportes a la conservación”, donde se destaca que el genoma de estos peces anuales es muy grande, comparable al de los humanos. También escribió el capítulo “Envejecer en un ambiente extremo”, en el que repasa las diferentes teorías científicas que explican el envejecimiento y describe por qué los peces anuales son el modelo animal preferido para el estudio de este proceso.
