“Las nuevas formas de relación laboral, asociadas al pronunciado cambio tecnológico reciente, determinan la creciente importancia de las habilidades y competencias digitales que permiten flexibilizar los tiempos del trabajo, al incorporar modalidades que dejan de lado las rigideces, para sustituirlas por una distribución más laxa y ajustada a la existencia de otras necesidades de los trabajadores y empleadores, sin que se afecten las protecciones laborales preexistentes”, dijo.
Al respecto, enfatizó que la reducción de la jornada de trabajo se vincula directamente a la capacidad de aumentar la productividad laboral, y por tanto no es posible reducir la jornada de trabajo si no se alcanzan mayores niveles de productividad. De otra forma, “ese camino implicará, inexorablemente, la caída del empleo”, agregó.
También destacó la importancia del diálogo social tripartito, “imprescindible para atender con éxito las adversidades y desafíos señalados”.
“En nuestro caso, el diálogo social tripartito, durante estos años, ha jugado un papel fundamental en la definición de las estrategias para enfrentar la pandemia, el impacto inflacionario y la recuperación del empleo y del salario”, sostuvo Mieres.