Registran gran aumento de la conflictividad laboral durante 2022

La conflictividad laboral registró un aumento considerable en lo que va de 2022 según el estudio realizado por la Universidad Católica del Uruguay (UCU). Investigadores advierten de todas maneras, sobre la baja de este índice en años anteriores debido a la pandemia.

Desde 1995 el Instituto de Relaciones Laborales de la UCU elabora un Índice de Conflictividad Laboral (ICL) con frecuencia mensual sobre conflictividad laboral, bajo la premisa de que se trata de una de las manifestaciones de las relaciones entre trabajadores, empresarios y Estado.

En el informe “Las relaciones laborales 2022 y perspectivas 2023” la UCU señala que se vive un “aumento importante en relación con los años anteriores”.

No obstante los investigadores advierten que se debe tener en cuenta que los años 2020 y 2021 estuvieron marcados por la pandemia de Covid 19 que disminuyó drásticamente la movilidad y por lo tanto la conflictividad y si se compara con períodos tan bajos el aumento será más marcado.

Según el informe en 2022 la conflictividad laboral global fue el doble de la del año anterior y la conflictividad sectorial un 80% más alta: “hasta el momento el promedio 2022 se ubica dentro de los niveles más altos de los últimos veinte años, sólo superada en 2015 cuando hubo 5 paros generales y un importante conflicto en la educación en el que se llegó a decretar la esencialidad del sector y en 2002 cuando se convocaron 12 paros generales en plena crisis económica”.

En lo que va de 2022 “se registraron 101 conflictos con interrupción de actividades por los que se perdieron 1.476.516 jornadas laborables y en los que se involucraron 1.498.092 trabajadores”. 

La tendencia creciente queda expresada en el informe, hubo 61 conflictos en 2020, 72 en 2021 hasta llegar a los 101 para lo que va del 2022.

En relación a la distribución en el año también se verifica un aumento de la conflictividad fundamentalmente a partir del mes de setiembre: “si no consideramos los paros generales e incluimos en las estadísticas solamente los conflictos de rama y empresa, se observa que el mes de octubre mostró un gran crecimiento y representó la cifra más alta del año” concluye el informe.

Con respecto a la conflictividad por ramas la educación fue la que mayor conflictividad registró. Según los investigadores de la UCU “básicamente por dos causas: aumento de presupuesto y rechazo a la reforma educativa que comenzará a implementarse en las diferentes ramas de la educación a partir del año que viene”.

Si miramos las cifras desde una perspectiva de más largo plazo encontramos que “la conflictividad global del año 2022 fue alta, ubicándose en sexto lugar si se observan los promedios anuales desde 1995”.

En cuanto a las perspectivas para el 2023 el informe del Departamento de Estudios Organizacionales de la UCU destaca un conjunto de temas que “seguramente generen una alta conflictividad laboral el año próximo”. Entre ellos se destacan la reforma de la seguridad social, la reforma educativa y la negociación colectiva.

Finalmente el estudio realiza recomendaciones para sindicatos, empresarios y gobierno ante la actual y futura coyuntura. “El movimiento sindical tiene enormes desafíos vinculados con la aparición nuevas formas de trabajo” y por su parte “los empresarios continúan con el reto de fomentar la capacitación y el desarrollo de políticas que permitan mejorar la empleabilidad” concluye. En cuanto al gobierno el estudio señala que “deberá seguir garantizando dispositivos que habiliten a los actores sociales a intercambiar, fomentar el diálogo social y acompañar en el contexto de un mercado laboral desafiante, tecnológico y, seguramente, muy distinto al actual”.

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