Rusia 2018: Un gran Mundial de una Celeste que se quedó con gusto a poco

Uruguay ganó 4 de sus 5 partidos, goleó a la anfitriona Rusia, eliminó a Portugal con Cristiano Ronaldo, y terminó en el 5° puesto perdiendo solo ante el campeón Francia.

La Copa del Mundo Rusia 2018 confirmó a la Selección Uruguaya como un equipo de poderío mundial, por tercer torneo consecutivo. Tras el 4° puesto en Sudáfrica 2010 y la agridulce campaña en Brasil 2014, la

generación encabezada por Suárez y Cavani volvió a ser protagonista de un Mundial, logrando grandes resultados pero quedando con gusto a poco ya que mereció, y aspiró a mucho más que el 5° puesto que finalmente logró.

Luego de Brasil 2014 la AUF volvió a confirmar a Oscar Tabárez como técnico de la Selección. Ya había sido un hecho histórico cuando renovó su contrato luego de Sudáfrica 2010. El maestro se convertiría en el DT récord de toda la historia del fútbol mundial, al superar al alemán Sepp Herberger que era el técnico con mayor cantidad de partidos (168) dirigidos a una selección nacional.

En Rusia 2018, dirigiría su tercera Copa del Mundo en forma consecutiva, un hecho sin precedentes en toda la historia de la Selección Uruguaya.

El camino rumbo a Rusia 2018 asomaba demasiado complejo para la Celeste. Debut en la altura de La Paz, partido en casa ante la fuerte Colombia, visita a la altura de Quito y en el Centenario ante Chile, flamante campeón de América. Pero lo peor era que no podríamos tener a Suárez en ninguno de esos cuatro partidos y tampoco a Cavani en los dos primeros, debido a su expulsión ante Chile en el “incidente Jara”.

Sorpresiva e histórica victoria en La Paz y no menos sorpresiva goleada 3-0 sobre los colombianos marcaban un excelente inicio.

En la doble fecha siguiente, ya con Cavani, derrota en Quito pero otra goleada en casa, 3-0 sobre Chile.

Uruguay picaba al frente en la tabla de una Eliminatoria que, esta vez, prometía depararnos una tranquilidad inédita.

Desde el inicio Uruguay siempre estuvo en puestos de clasificación y llegó al cierre con tranquilidad. En la penúltima doble fecha, un 0-0 en el Centenario con Argentina y un triunfo decisivo por 2-1 en Paraguay dejarían al equipo con un pie y medio en Rusia. Cerraba la Eliminatoria sin mirar la calculadora. Como era de esperar, se concretó la clasificación sin sobresaltos, con un empate en Venezuela y un triunfo 4-2 ante Bolivia.

Abrochada la clasificación, vendría el sorteo de los grupos del Mundial y el armado de la lista de 23 seleccionados.

Había cerca de 20 con asiento asegurado, pero quedaban algunos cupos por resolver.

Durante 2017 habían irrumpido con buen suceso jugadores como Guillermo Varela, Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, en menor medida Urretaviscaya, Pereiro y Maxi Gómez.

Y en la China Cup de marzo 2018 debutó Lucas Torreira.

En ese cuadrangular, Tabárez paró en la cancha prácticamente el mismo equipo que pondría tres meses más tarde en el debut mundialista: Muslera al arco, Varela y Laxalt en los laterales, Giménez y Godín en la zaga, Nández, Vecino y Bentancur en el medio, Suárez y Cavani arriba. En el puesto de enganche utilizó a De Arrascaeta en un partido y al “Cebolla” Rodríguez en el otro. Sería De Arrascaeta el titular en el primer partido de la Copa del Mundo.

Y el único cambio respecto a esas oncenas de la China Cup sería el de Cáceres por Laxalt en el lateral zurdo.

El maestro ya tenía el equipo base, pero debía decidirse por los 23 de la lista.

En la nómina final habría algunas ausencias sorpresivas, como las de los históricos Arévalo Ríos y “Tata” González, quienes resultaron desplazados por valores emergentes como Torreira y Bentancur. Tampoco estuvieron Lodeiro, Gastón Ramírez y Abel Hernández, que llevaban muchos años en el plantel.

Pero tal vez la ausencia más llamativa resultó la de Federico Valverde, que había debutado con gran suceso convirtiendo un gol decisivo en Asunción, aunque luego no fue convocado para la China Cup. El joven volante de 19 años no venía teniendo buenos rendimientos en el Deportivo La Coruña, donde estaba a préstamo del Real Madrid.

La lista de 23 elegidos incluía a siete futbolistas que tendrían su tercer Mundial: Muslera, Godín, Cáceres, Maxi Pereira, Suárez, Cavani y Martín Silva. Otros cuatro de Brasil 2014 repetían presencia: Giménez, Coates, “Cebolla” Rodríguez y Stuani.

Había 12 que iban por su primer Mundial: Varela, Sánchez, Bentancur, Nández, De Arrascaeta, Campaña, Gastón Silva, Torreira, Vecino, Laxalt, Maxi Gómez, Urretaviscaya.

El 1° de diciembre de 2017 se realizó el sorteo. La suerte estuvo del lado de los de Tabárez pues cayeron en el grupo de Rusia que, por más locatario que fuese no contaba con un gran poderío, y de los otros bombos tocó con Egipto (pudo haber tocado un europeo) y con Arabia (el más flojo del bombo de los débiles).

Pero si fácil había quedado el panorama en la fase inicial, muy complicado asomaba el horizonte en octavos de final, donde habría que cruzarse con España o Portugal, los casi seguros clasificados del grupo vecino, el que se completaba con Marruecos e Irán.

A la hora de escoger lugar de concentración, el cuerpo técnico repitió las experiencias de Sudáfrica 2010 (se eligió Kimberley) y Brasil 2014 (Sete Lagoas), inclinándose por una ciudad más apacible que las restantes opciones. En Rusia se escogió a Nizhny Nóvgorod, al oeste de la inmensa nación y a unos 400 kilómetros de Moscú.

El primer partido de los celestes sería ante Egipto. Uruguay llevaba 48 años sin ganar en la apertura de un Mundial.

Para alivio de los celestes, Egipto no podría contar con su máxima estrella, Mohamed Salah, lesionado el 26 de mayo en la final de la Champions.

El día anterior a Uruguay-Egipto, en la inauguración, Rusia se había despachado con un 5-0 sobre Arabia, por lo que quedaba claro que uno de los dos cupos sería para los anfitriones y que los saudíes no contaban con chance, por lo que el resultado de Uruguay-Egipto sería prácticamente decisivo.

Tabárez ponía en cancha a Muslera; Varela, Godín, Giménez y Cáceres; Nández, Vecino, Bentancur y De Arrascaeta; Cavani y Suárez.

Como se presumía, Egipto salió decidido a obstaculizar el fútbol de los celestes, vestidos de blanco en esta ocasión. Los de Tabárez no lograban generar peligro y los dos puntas estaban desconectados del resto del equipo.

A los 58´el maestro mandó a Carlos Sánchez por Nández y Cristian Rodríguez por De Arrascaeta.

El reloj corría y el 0-0 se mantenía firme. Pero para el cierre se vio la mejor versión de Uruguay, metiendo a Egipto dentro de su área. Pero hubo que esperar hasta el minuto 89 para que José María Giménez forzara una falta sobre el costado derecho del ataque y en el envío de esa falta el mismo Giménez se elevó más que nadie para poner el cabezazo y el 1-0 final.

Se rompía una racha de 48 años sin triunfos en los debuts mundialistas.

Cinco días después, Uruguay se presentaba ante la débil Arabia.

Sólo quedaba saber por cuántos goles ganarían los muchachos de Tabárez.

El maestro decidió dos variantes: Sánchez por Nández, buscando más generación de fútbol y mejor aprovechamiento de las jugadas de pelota quieta, y el “Cebolla” por De Arrascaeta, para darle más velocidad a las ofensivas.

Muslera; Varela, Godín, Giménez y Cáceres; Sánchez, Vecino, Bentancur y Rodríguez; Cavani y Suárez.

A los 22′ Suárez aprovechó un error del arquero y puso el 1-0. Se esperaba entonces la goleada. Pero Uruguay se conformó con poco y no apretó el acelerador a fondo. No hubo mucho más destacable en un partido en el que a los celestes no les importó ceder la pelota y la iniciativa a Arabia Saudita.

Rusia-Uruguay cerraban el Grupo “A” estando ambos ya clasificados, pero de este resultado dependería el camino que tomaría cada uno a partir de los octavos de final.

Tabárez no sólo planificó pensando en ese rival sino en lo que se vendría a partir de octavos de final. Apostó por Diego Laxalt en el lateral izquierdo, pasando Cáceres al derecho y saliendo del equipo Guillermo Varela.

En el mediocampo Sánchez y el “Cebolla” salieron de la oncena, volviendo Nández y sumándose Torreira. Claramente apostaba por reforzar la contención en esa zona.

El equipo ante Rusia fue con Muslera; Cáceres, Coates (Giménez estaba sentido), Godín y Laxalt; Torreira de volante tapón; Nández, Vecino y Bentancur más adelante; Suárez y Cavani.

Uruguay le pasó por arriba a Rusia con una goleada de 3-0.

Suárez marcó el primer gol a los 10 minutos cuando metió la pelota pegada al palo izquierdo con un remate raso al cobrar un tiro libre.

A los 23′ cayó el 2-0 tras un disparo del debutante Laxalt que pegó en la pierna de Cheryshev, metiendo la pelota en su propio arco.

A los 35′ el dueño de casa quedó con diez tras la doble amarilla de Smolnikov y esta incidencia terminó de sentenciar el partido.

El 2-0 se quedaba corto con lo que había sido el trámite, hasta que a los 90′ Cavani metió el tercero cuando simplemente empujó la pelota en el área chica después de que el arquero rechazara un remate de Godín.

Uruguay había brillado, otra vez golpeaba a un anfitrión, cerraba el grupo con el arco invicto y con 9 puntos de 9 en un hecho sin precedentes. Y esperaba a ver cómo se definían los otros grupos, para saber quiénes serían sus futuros rivales.

Horas después del triunfo celeste se definía el grupo del cual surgiría el rival de octavos de final. En esa zona España y Portugal estaban iguales en todo, con 4 puntos, 4 goles a favor y 3 en contra, luego Irán con 3 puntos y Marruecos con 1.

Finalmente, el equipo de Cristiano Ronaldo fue el 2° se cruzaría con los celestes en octavos.

El rival de cuartos de final, en caso de llegar a esa instancia, surgiría del cruce que en octavos sostendrían el 1° del Grupo “C” (Francia) y el 2° del Grupo “D” (Argentina).

El de Uruguay-Portugal era de los mejores choques de esos octavos de final. Los otros cruces eran Francia-Argentina, Brasil-México, Bélgica-Japón, España-Rusia, Croacia-Dinamarca, Suecia-Suiza y Colombia-Inglaterra.

El 30 de junio en Sochi, Tabárez puso en cancha la misma oncena que había goleado a Rusia, con la excepción de Giménez (que volvía) por Coates.

Muslera; Cáceres, Giménez, Godín, Laxalt; Torreira; Nández, Vecino, Bentancur; Suárez y Cavani.

Apenas iban 6 minutos de juego cuando Suárez metió tremenda asistencia desde la izquierda hacia el centro del área por donde se filtró Cavani que metió un cabezazo letal.

La receta habitual de Tabárez era la de replegar al equipo, limitar al rival y dañarlo con contragolpes. Mucho más si el resultado parcial era favorable. Entonces, con el 1-0 los celestes desarrollaron lo que mejor sabían hacer, con el incansable Torreira asignado a una vigilancia policial sobre Cristiano Ronaldo.

El primer tiempo fue perdiendo intensidad con el correr de los minutos y comenzó a ser un duelo disputado y trabado en mitad de cancha, con escasas situaciones de gol para ambos.

Los primeros minutos de la segunda parte fueron para Portugal, que volvió a buscar con constancia el gol de la igualdad. Tal fue la insistencia, que lo consiguió. A los 9′ el zaguero Pepe se impuso en el área y superó en altura a los defensores para marcar de cabeza tras un centro de Bernardo Silva.

Luego de 414 minutos Uruguay recibía su primer gol en esta Copa del Mundo.

En un partido de octavos de final de Copa del Mundo, ante tan calificado rival, ir ganando durante una hora de partido y recibir el empate, normalmente implica un golpe anímico del cual cuesta sobreponerse. Sin embargo, Uruguay reaccionó rápido. Apenas 7 minutos más tarde una excelente habilitación de Rodrigo Betancur concluyó en una definición espectacular de Cavani desde afuera del área, definiendo de primera, colocando la pelota con efecto para alejarla del alcance del arquero y meterla contra el palo.

Era la gran noche del “Matador”. Era el partido de su vida con la Celeste. Pero pocos minutos después sufría una lesión que no solo lo sacaba de este partido sino también del duelo de cuartos de final.

Uruguay soportó bien la recta final del encuentro ante Portugal, pasando algún susto lógicamente ya que Cristiano y sus compañeros buscaban el empate por todos los medios.

El pitazo final decretaba el cuarto triunfo al hilo en este Mundial de Rusia y un privilegiado lugar entre los ocho finalistas.

La Celeste, ahora sí, era señalada como una de las candidatas al título.

Para el Francia-Uruguay de cuartos de final Uruguay había perdido al héroe de la noche ante Portugal. Una lesión edematosa en el músculo gemelo interno de su pierna izquierda dejaba a Edinson Cavani fuera del equipo.

Tabárez mantuvo a todos los titulares, agregando a Stuani por el lesionado Cavani.

Jugaron Muslera; Cáceres, Giménez, Godín, Laxalt; Torreira; Nández, Vecino, Bentancur; Suárez y Stuani.

Uruguay intentó jugar en los primeros minutos del partido y marcó presencia en mitad de cancha rival. En los primeros cinco minutos tuvo dos llegadas, producto de errores defensivos, que pudieron haber sido de peligro si los últimos pases hubieran acabado en los pies de un jugador uruguayo.

Pero Francia fue quien puso el 1-0 tras un centro de Griezmann por la banda derecha, que Raphael Varane cabeceó al segundo palo de Muslera tras ganarle la posición a Vecino.

Uruguay tuvo el empate en la cabeza de Martín Cáceres, pero Lloris supo rechazar de manera espectacular.

Los defensores franceses se centraron en marcar a Suárez, quien a lo largo del partido no pudo jugar ni crear espacios. Los ataques terminaron siendo por la banda, pero con Cáceres enviando centros que no causaron peligro.

A los 60′, Uruguay todavía estaba en partido. Le costaba pero estaba a un solo gol de igualar. Pero el sueño se acabó con un débil remate de Antoine Griezmann desde afuera del área. Muslera tapó en primera instancia pero la pelota se le metió insólitamente.

Tras ese gol de Griezmann quedaba media hora pero el equipo no tenía ni fuerzas ni armas para dar vuelta esta historia.

Si aquel 4° puesto en el Mundial de Sudáfrica había provocado tremendas muestras de agradecimiento hacia jugadores y técnicos de parte del pueblo futbolero, en este caso el 5° lugar que ocupó la Celeste en Rusia 2018 no generaron ni alegría ni conformidad. Es que, tras la goleada a Rusia y la victoria ante Portugal todo el Uruguay se había generado expectativas mayores, y de pronto Francia nos tiró para afuera del Mundial.

Uruguay en su debut ante Egipto. Arriba: Giménez, Muslera, Bentancur, Vecino, Cavani, Godín. Abajo: Varela, Nández, De Arrascaeta, Suárez, Cáceres.
Con este cabezazo a los 88′, Giménez le dio la Victoria a Uruguay ante Egipto.
Con gol de Suárez Uruguay venció 1-0 a Arabia en el Segundo partido.
Suárez de tiro libre inicia la goleada contra Rusia.
Cabezazo de Cavani tras pase de Suárez para el 1-0 contra Portugal en octavos de final.
El Partido estaba 1-1 y otra vez apareció Cavani para definir en forma magistral y darle el triunfo a Uruguay 2-1 sobre Portugal.
Torreira y Godín marcan a presión a Cristiano Ronaldo.
Cristiano Ronaldo se despedía de su cuarto Mundial sin poder llegar demasiado lejos.
El gesto de deportividad de Cristiano Ronaldo ayudando a Cavani que se retiraba lesionado y no podría estar para el Partido siguiente contra Francia.
Varane de cabeza pone el 1-0 para Francia en el Partido de cuartos de final.
Griezmann sacó un remate sin demasiadas pretensions pero Muslera no pudo contenerlo y con ese gol, el 2-0, se liquidaba l surette de los celestes en Rusia 2018.
Una imagen conmovedora e inusual: Giménez no pudo contener el llanto al tomar consciencia de que la derrota y eliminación y eran un hecho.
Agradeciendo el apoyo de su gente se despidió Uruguay de la Copa del Mundo de Rusia.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.