Alrededor de once niños mueren o son dados por desaparecidos cada día intentando cruzar la peligrosa ruta migratoria del mar Mediterráneo central para intentar llegar a costas europeas desde el norte de África, según ha denunciado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El organismo ha indicado que se calcula que al menos 289 menores han muerto o desaparecido intentando realizar esta travesía en lo que va de año, mientras que ha recalcado que se estima que desde 2018 han muerto o desaparecidos 1.500 niños al intentar cruzar el mar Mediterráneo central.
Así, ha apuntado que esta cifra representa una quinta parte del total de 8.274 personas que han desaparecido en esta ruta durante los últimos cinco años, según los registros del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Sin embargo, ha incidido en que muchos de los naufragios terminan en la muerte de todas las personas a bordo o simplemente no se registran, por lo que ha advertido de que el número real de víctimas infantiles es prácticamente imposible de verificar y probablemente sea mucho mayor.
En esta línea, ha subrayado que durante los últimos meses numerosos niños, niñas y bebés han perdido la vida en esta ruta, en otras rutas que cruzan el Mediterráneo y en la ruta atlántica desde África Occidental, lo que incluye las recientes tragedias ocurridas frente a las costas de Grecia y las Islas Canarias españolas.
«En un intento por encontrar seguridad, reunirse con la familia y buscar un futuro más esperanzador, un gran número de niños y niñas se embarcan en las costas del mar Mediterráneo sólo para perder la vida o desaparecer en el camino», ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
«Esta es una clara señal de que se deben tomar más medidas a fin de establecer vías seguras y legales para que los niños y niñas accedan a servicios de asilo, al tiempo que se refuerzan las operaciones para rescatar vidas en el mar», ha señalado, al tiempo que ha aseverado que «en última instancia, hay que hacer mucho más para abordar las causas profundas que fuerzan a los niños a arriesgar sus vidas en primer lugar».
Por otra parte, UNICEF ha indicado que, según sus cálculos, 11.600 menores han llegado a costas de Italia desde enero de 2023, lo que supone una media de 428 niños a la semana, cifra que supone más del doble que la registrada en el mismo periodo de 2022. La mayoría de ellos parten de Libia y Túnez, tras haber realizado peligrosos viajes desde otros países de África y Oriente Próximo.
Además, ha detallado que durante el primer trimestre del año se registró a 3.300 niños, el 71 por ciento del total llegado a Europa a través de esta ruta, como no acompañados o separados de sus progenitores o tutores legales, antes de agregar que esto los expone a un mayor riesgo de violencia, explotación y abusos, situación aún peor en el caso de las niñas, quienes hacen frente a mayores peligros de sufrir actos de violencia antes, durante y después del viaje.