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“Si lo podés soñar lo podés hacer”

La Dra. Emergencista Andrea Zumar es vicepresidente de CASMU IAMPP desde el 2019 y teniendo en cuenta que las elecciones de autoridades en la institución, se dan cada tres años mediante votación a una agrupación, destacó y agradeció la confianza por ser elegida y ser reelecta en 2022 con el 120% más de votos, demostrando este acontecimiento su capacidad en el cargo.

Recuerda que por junio del 2019 se encontraba trabajando en la puerta de emergencia de 1727 cuando la contactaron para armar un proyecto de prehospitalaria, que la potenció a ser solicitada para integrar la lista de “Médicos Unidos”. “Lo pensé muchísimo y lo consulté con mi papá y me dijo unas palabras sabias: ‘Si lo podés soñar lo podés hacer’”, destacando entonces la importancia del apoyo para que luchara y lograra lo que quisiera y la hiciera feliz, debido a que siempre se presentan miedos, como en su caso.

El hecho de ser conocida solo por los colegas de la emergencia y nunca haber hecho política, aún así lo intentó y llegó. Luego de su primera gestión “me volvieron a sorprender cuando aumenté los votos, creyendo en mí como persona y como profesional”.

Zumar habló sobre el equilibrio de su vida personal con la profesional porque “una por más que tenga un cargo así no deja de ser madre y mujer”. Volviendo a sus inicios, relató “hice el posgrado siendo madre, que para esa época una de mis hijas era chiquita, entonces no son solo estos cuatro años, sino todo el recorrido».

Reflexiona diciendo «por supuesto que se puede porque acá estoy”. Añadó que “es complejo y sacrificado, más para nosotras que para los hombres. Pero la clave está en no claudicar, buscar la manera de sacrificar tiempo que no sea el de nuestros hijos y sacarse culpas de la crianza”.

Ejemplificó que “antes tenía mis horarios acomodados para llevarlas y traerlas de la escuela y con este cargo gerencial ya no podía. Eso me provocó muchísima angustia y culpa. Pero hay que aprender a sacar eso y darnos cuenta que el tiempo de calidad se lo podés dar de otras mil formas, como con fechas claves y la atención y la escucha activa al momento de llegar de trabajar”.

Si bien considera que “Uruguay sigue siendo pionero en cuanto a los derechos y legislaciones respecto a la mujer y va por el camino de la equidad de oportunidades en todos los sectores” manifestó que hoy más que “hablar de igualdad entre el hombre y la mujer, hay que hablar de complementariedad en lo cotidiano”. Pone sobre la mesa las interrogantes de “cuánta ayuda recibimos las mujeres de nuestros padres, de nuestras mismas mujeres de la misma familia, de nuestros compañeros y parejas; cuánto nos contemplan o cuánto nos segregan haciéndonos perder oportunidades”.

En esa línea expresó que “hay una reflexión que vengo haciendo a raíz de mi cargo y es que se ha naturalizado, que si a un hombre le surge la oportunidad profesional de tener un cargo alto, todo su entorno colabora, por ejemplo en que pueda estar tranquilo mientras hace trabajo fuera de horario y eso no pasa con la mujer». A esto agrega «siguen esperando que además de todo, sea la encargada de organizar la casa, hacer las compras, cuidar a los hijos y eso es algo en lo que hay que trabajar como sociedad. Entender que el hombre no ayuda a su mujer, sino que comparte responsabilidades y no es algo para celebrar porque debería ser algo natural; ese es nuestro gran desafío para las próximas generaciones”. Además agregó que hay que trabajar en el hecho de que “las mujeres no tengan que optar entre la oportunidad profesional y mantener la familia. Realmente nosotras no tenemos ninguna limitación para nada, no va por ese lado, sino el tema está en que se sigue pretendiendo que una haga todo sola, cuando los varones no”.

Zumar no quiso dejar atrás, que este 8 de marzo «debemos alzar la voz por la violencia», que es un tema que “no tenemos solucionado». Sobre este punto indica «no solo hablo de la violencia física, porque violencia también es cuando hay dos compañeros que hacen la misma tarea, pero una por ser mujer tiene que demostrar que es buena en su trabajo y aún así no siempre le llegan las mismas oportunidades”, lamentando que “sigue estando el preconcepto de que no vas a ser tan buena como el hombre”.

“Tenemos que predicar día a día con el ejemplo”

En cuanto a CASMU destacó que “estamos en una directiva que no tienen el machismo impuesto”. Desde que asumió “empezó a hacer un montón de acciones destinadas a la mujer y a la familia, sin esa mirada que juzga”, teniendo en cuenta que en la institución están muy parejos los números de trabajador y trabajadores en todos los puestos.

“Como cada año, tenemos programada una semana especial por el 8 de marzo, pero realmente importa lo que hacemos y la política que llevamos durante el resto de los días y meses. Hoy en CASMU hay muchas situaciones que se contemplan y no se ven como algo malo o para dejarte fichado, como pedir el día o llegar tarde por ser el primer día de escuela de tu hijo y ni que hablar todo lo que contempla la maternidad. Además hacemos muchas jornadas a nivel de la comunidad con el tema de la violencia de género, para que se puedan dar cuenta antes de que llegue el primer golpe y ayudarte a salir de esa red psicológica de aislarte y de minimizarte”.

Estas charlas de concientización y educación se las dan también en escuelas y liceos a todos los géneros, “para que aprendan el respeto hacia el otro ser y entender que no debemos sentir que merecemos violencia”. La institución “trabaja mucho a nivel de la sociedad para aportar ese pequeño granito de arena y poder generar una concientización aspirando, que a largo plazo, estos niños,  niñas y adolescentes que son el futuro, no sigan esos patrones de conducta y ya no se normalicen ciertas actitudes y acciones”

Concluyendo Zumar destacó que una de las cosas buenas, de tener a una mujer en ciertos cargos, es que las compañeras “sienten la empatía de venir y hablar de un tema, como violencia, el acoso que se minimiza mucho, la búsqueda de un hijo o lo relacionado con la crianza. Esto es por esa naturalidad que hay, de que siguen siendo hechos más recurrentes en la vida de la mujer que en la del hombre”.

Como reflexión final resaltó que “todos tenemos que predicar día a día con el ejemplo y no solo acudir a un llamado por ser 8 de marzo, porque está comprobado que así es como se aprende y no hay nada mejor que reflejar la equidad”. Además agregó que “a las oportunidades se deben llegar no por el hecho de ser mujer o hombre, no porque haya una cuota de género, sino por la capacidad que tengo para realizar bien esa tarea y las mujeres somos realmente buenas, deberían juzgar por eso”.

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