La decisión fue tomada por la Mesa Ejecutiva del fútbol uruguayo, luego de que el jugador sufriera un paro cardíaco durante el partido entre Nacional y San Pablo por la Copa Libertadores.
Izquierdo, hospitalizado desde el jueves por la noche en el Hospital Israelita Albert Einstein en San Pablo, presentó complicaciones graves en su estado de salud. Según el último boletín médico, su situación empeoró el domingo debido a una «progresión del compromiso cerebral y un aumento de la presión intracraneal»..
El encuentro entre Nacional y San Pablo quedó marcado por el desafortunado episodio que llevó a la postergación inicial de la fecha el viernes pasado por parte de la Mutual de Futbolistas. En primera instancia, la jornada se iba a disputar entre semana, pero la falta de mejoría en la salud de Izquierdo llevó a la definitiva suspensión.
El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, expresó en una entrevista con 100% Deportes (Sport 890) que el plantel está devastado emocionalmente. «Nosotros no estamos en condiciones para jugar. Lo que he hablado con Polenta (Diego, capitán) y Lasarte (Martín, DT) y Eguren (Sebastián, mánager deportivo). El plantel está destruido anímicamente. Hay un grupo humano muy lindo que está conteniendo mucho la situación familiar. ¿Con qué cabeza podés enfrentar un entrenamiento? Es prácticamente imposible», comentó Balbi.
Los partidos afectados por esta suspensión incluyen los encuentros entre Racing y Wanderers; Danubio y Boston River; Deportivo Maldonado y River Plate; Fénix y Cerro Largo; Rampla Junior y Progreso; Cerro y Defensor Sporting; Miramar Misiones y Peñarol, y Nacional contra Liverpool.
Lamentable lo de Izquierdo, y también lamentable lo de los muchachos que terminan en una cuneta de un barrio con una bala, que sostenían un hogar trabajando y no sabían jugar al fútbol.