Un número importante de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo enfrenta violencia en la escuela y acoso, incluyendo el ciberacoso, lo cual afecta su salud, su bienestar y su educación. En ese contexto, UNESCO ha declarado el primer jueves de noviembre como el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso, para crear conciencia contra todo tipo de agresión en las instituciones educativas, sobre todo de educación primaria.
La UNESCO reconoce la violencia escolar como cualquier violencia física, psicológica y sexual. La violencia puede adoptar diversas formas, que pueden incluir castigos corporales, abusos y agresiones sexuales, acoso escolar o ciberacoso, comentarios con connotación sexual, riñas físicas y violencia psicológica por parte de compañeros o adultos, como burlas dañinas, insultos y exclusión o denegación de recursos.
La violencia escolar es un fenómeno muy extendido, existe en todos los países y afecta a un gran número de niños y adolescentes. Se refiere a todas las formas de violencia que ocurren dentro o fuera de las aulas, en los alrededores de las escuelas, en el camino hacia o desde la escuela, así como en línea y otros entornos digitales.
La violencia la padecen principalmente los alumnos, y puede ser perpetrada por otros compañeros, docentes u otras personas de la comunidad escolar. Cada mes, uno de cada tres educandos sufre acoso escolar en todo el mundo. Más del 36% de los estudiantes se ve afectado por una riña física con algún compañero y casi uno de cada tres ha sido agredido físicamente al menos una vez al año.
El ciberacoso es otro problema creciente que afecta a uno de cada diez niños. Aunque es difícil recopilar datos sobre la violencia sexual o de género en la escuela, los datos mundiales demuestran que una de cada cuatro mujeres jóvenes ya ha sufrido violencia por parte de su pareja antes de cumplir los 24 años, lo que indica la presencia de violencia de género o sexual entre los niños en edad escolar.
En 2023 existieron 1.800 denuncias
En Uruguay, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) informó que durante el año 2023, existieron 1.800 denuncias de casos de violencia infantil detectados por docentes. De las cuales 366 fueron en Montevideo y varias tienen origen intrafamiliar que son traslados a los centros educativos.
Por otra parte, en mayo de este año se presentó un reporte titulado “La incidencia del clima escolar sobre la percepción de seguridad de los estudiantes y sus desempeños”. Elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd), sobre los estudiantes de tercero de enseñanza media. El informe dejó como resultado que el 83,8% de los liceales consultados consumieron alguna vez algún tipo de sustancia psicoactiva, como tabaco, marihuana y alcohol. Provocando un ambiente conflictivo en el aula.
El estudio constató que la percepción de seguridad de los estudiantes tiene una relación directa y significativa, principalmente con el clima del aula. También con la violencia barrial y la apertura hacia la diversidad de los adolescentes. Además, existe un efecto indirecto de las habilidades socioemocionales y el consumo de drogas, mediado por el clima del salón.
Tristemente, la violencia en las escuelas (desde el acoso hasta el hostigamiento sexual y el castigo corporal) es tan frecuente que parece inevitable. Pero en la actualidad hay organizaciones mundiales trabajando para que esto no ocurra y hacen un llamado a los diferentes gobiernos a crear políticas sólidas para mejorar la situación.
