La salud digital no es más que la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el ámbito de la salud, para mejorar la calidad y continuidad asistencial de todas las personas. Las grandes aseguradoras proveedoras de servicios médicos fueron las primeras en entrar en el nicho de la telemedicina para agilizar la atención sanitaria y acercar al paciente a servicios especializados.
Pero también, ahora la innovación se expande y nace, por ejemplo, la monitorización de constantes a través de dispositivos wearables y el seguimiento del historial médico con consulta de datos en la nube. El interés por la salud digital alcanza al 58 % de los países miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dado que cuentan con estrategias específicas para la digitalización de la salud.
En Uruguay existe el Plan de Gobierno Digital 2025, que se centra en promover la adopción y el desarrollo continuo de una plataforma tecnológica de integración en el sector de la salud, tanto en el ámbito público como en el privado. Entre los proyectos destacados, se encuentra la continua colaboración con el ecosistema de salud de Uruguay para profundizar en la adopción de servicios digitales. Esto incluye el desarrollo de una plataforma de Receta Digital Nacional para gestionar prescripciones y dispensaciones a nivel nacional, y la progresiva estructuración de datos a través de Conjuntos Mínimos de Datos (CMD).
Existen videojuegos que se utilizan como recursos educativos para sanitarios y estudiantes con el objetivo de facilitar su formación; la tecnología vestible o wearables, incluyen ropa y complementos inteligentes, como pulseras, gafas y relojes, que monitorizan y recaban datos sobre nuestra salud y condición física.
Realidad aumentada, sirve al personal sanitario para, por ejemplo, visualizar órganos en 3D o consultar el historial del paciente en tiempo real. Incluso durante una intervención quirúrgica a través de unas gafas especialmente ideadas para la realidad aumentada.
Entre las áreas más importantes que aborda la salud digital está la inteligencia artificial (IA), que facilita la toma de decisiones exhaustivas a los sanitarios para así ofrecer los mejores tratamientos. Por otra parte, el blockchain es el que permite un acceso seguro a los historiales de los pacientes, lo que repercute en una mayor eficiencia administrativa.