Con la llegada de las altas temperaturas a nuestro país a consecuencia de la estación de verano, muchas personas comienzan a necesitar ayuda de vitaminas y minerales para mantener los niveles de energía, ya que es fundamental para el metabolismo y la producción de energía.
Vitaminas como la A, B,C y D que fortalecen el cuerpo humano y nos prepara para resistir adecuadamente la temporada más cálida del año. Pero estos nutrientes los puedes encontrar en varios alimentos frescos que puedes consumir durante los próximos meses. En cuanto a consumir frutas y verduras, debemos asegurarnos de que sean nutritivas e ideales para el verano; por lo general, es importante que tengan un aporte de nutrientes como el potasio, magnesio, zinc y fósforo. Una de ellas puede ser la sandía, que contiene todos estos nutrientes, además de vitaminas A, B, C y E.
Otras frutas que se pueden consumir son: Coco, higo, lúcuma, manzana, mango, maracuyá, tuna, sandía, plátano, carambola. En cuanto a las verduras, pueden ser la palta, brócoli, espinacas, berros, zapallo, lechugas, espárragos, zanahorias, cebollas y tomates. Por lo que las ensaladas son la mejor opción para mantener la frescura del cuerpo.
Por su parte, las legumbres, que son semillas comestibles de las plantas leguminosas, como por ejemplo los frijoles secos, las lentejas y los guisantes, son las más recomendadas para la época. Mientras tanto, el pescado y los frutos de mar son alimentos ricos en proteínas, ácidos grasos y Omega 3.
El prototipo de una alimentación adecuada y saludable en verano contemplaría la conveniencia de comer frutas (2-3 raciones al día), verduras y hortalizas (principalmente en ensaladas), lácteos (2-3 raciones por día), cereales integrales (4-8 raciones al día) y carnes, pescados y huevos (2-3 raciones por día, intentando que el consumo de estos alimentos sea similar y no predomine la carne, sobre el pescado y los huevos).
También es importante el consumo de agua y jugos naturales, ya que existe más riesgo de deshidratación. También es recomendable aumentar la actividad física para que el gasto energético sea mayor.