El Instituto Cuesta Duarte emitió un informe en el cual presenta datos del último trimestre de 2021, y con ello del cierre del mencionado año. En ese periodo, explica que la economía tuvo un crecimiento -en términos desestacionalizados- de 2% respecto al trimestre inmediatamente anterior, y se ubicó 5,9% por encima de la producción de igual trimestre del año previo. En cuanto a proyecciones, sobresale que estima que el crecimiento promedio en 2022 ascenderá al 3,6%.
Dicho trabajo, emitido este viernes 1º, explica que “El crecimiento registrado en el último trimestre de 2021 permitió que el producto total se ubicara al finalizar el año por encima de su nivel más alto previo a la pandemia y crisis del año 2020, que estaba dado por la producción generada en el segundo y tercer trimestre de 2019. No obstante, en términos promedio, el producto total no logró en 2021 superar la caída registrada en 2020 y por tanto el PBI anual medio en este año todavía se ubicó por debajo del nivel que tenía dicha variable en 2019”.
“La tasa de crecimiento registrada en el último trimestre de 2021 es una buena noticia para la actividad económica, ya que además de superar el mayor nivel previo a la pandemia, marca la consolidación de la recuperación luego de la fuerte caída registrada en 2020”, desarrolla un párrafo del estudio.
La tasa alcanzada en el último trimestre del año permite además, adelantar que incluso si la economía no crece ni registra caídas en el correr de 2022, y por tanto mantiene los niveles de producción del último trimestre de 2021, tendrá un crecimiento del entorno del 3,5%. Esto, que se conoce como “efecto arrastre”, permitiría que al cierre de este año, la economía uruguaya supere finalmente la caída que tuvo en 2020 y se ubique aproximadamente 1,5% por encima del nivel medio de producción que tuvo en 2019.
“La contracara de lo positivo del último dato de producto, y en particular de la consolidación de la recuperación que éste marca, es la heterogeneidad sectorial que aún persiste en dicha recuperación”, dice una parte del análisos. Si bien en el último trimestre de 2021, la expansión –medida en tasas de variación de la actividad interanuales o respecto a igual trimestre del año anterior- fue generalizada entre los distintos sectores productivos, cabe mencionar dos aspectos de la misma.
“En primer término, destacar que aunque el crecimiento fue generalizado entre sectores
de actividad en el último trimestre del año, el punto de comparación para dicha variación esel último trimestre de 2020, el que para la mayor parte de los sectores de actividadrepresentó niveles de actividad muy bajos. En segundo lugar, también cabe mencionar quecomo las trayectorias -tanto durante los trimestres de mayor caída del producto como enlos posteriores- fueron muy distintas entre sectores de actividad, independientemente delas mejores perspectivas que representan los últimos datos, al cierre de 2021 los distintossectores se encuentran en situaciones muy disimiles. Esto es algo que se retoma y sevisualiza más claramente en el análisis de los datos anuales”, explicó Cuesta Duarte.
Proyecciones para el corto plazo
El instituto señala en su análisis que “Uno de los aspectos más positivos del crecimiento de los últimos trimestres de 2021, y en particular del último, es el efecto arrastre que este genera, que alcanza al 3,6%”. Agrega además que “Este porcentaje indica que si no hay crecimiento ni tampoco caída en ninguno de los trimestres de 2022 y la economía permanece en el mismo nivel de producción que tuvo en el último trimestre de 2021”, y destaca que “el crecimiento promedio en 2022 ascenderá al 3,6%”.
“Más allá de las implicancias en materia de proyecciones que este dato proporciona, es interesante además, su comparación con las estimaciones realizadas en relación a la evolución de la actividad. En este sentido, tanto el gobierno como la mediana de la encuesta de expectativas económicas realizada a los analistas privados por parte del Banco Central, marcan un crecimiento promedio de 3,8% para el año 2022. Esto indica que, tanto los analistas privados como el gobierno, esperan un año de escaso crecimiento de la actividad trimestral, la que permanecería prácticamente en los mismos niveles de fines de 2021”, expresa un fragmento del trabajo.
Este dato también podría indicar que “se espera una combinación de algunos trimestres con crecimiento de la actividad y otros de caída, fundamentalmente si se tiene en cuenta que es esperable que algunos sectores productivos contribuyan negativamente en los próximos trimestres, como es el caso de la construcción, en la medida en que vayan finalizando las obras de construcción de la planta de celulosa en el correr del año”.
“De mantenerse estas proyecciones, en 2022 se habría logrado superar la producción media de 2019, previo a la caída de 2020. Sin embargo, aun cumpliéndose las proyecciones de empleo que presentó el gobierno para este año (que implican un incremento de 2,5% a partir de la creación neta de 40.000 puestos de trabajo respecto a 2021) bajo el supuesto de estancamiento del salario real, la masa salarial en el promedio del año todavía se ubicaría 1,5% por debajo de su nivel en 2019”, concluye el análisis.
El PIT CNT no descarta recolección de firmas contra la reforma jubilatoria
El vicepresidente del Pit-Cnt José Lorenzo López dijo a radio Monte Carlo que, por resolución del Congreso hay un posicionamiento contrario a la reforma. La central obrera no está de acuerdo con el aumento de la edad jubilatoria y con bajar la tasa de reemplazo porque implica una merma en el ingreso de los próximos jubilados, señaló. Ahora será cuestión de ver cómo se para el Gobierno y definir una estrategia para participar de los ámbitos de diálogo, añadió. Si los mismos no prosperan, se deberán analizar futuros pasos que pueden ir – por ejemplo- desde la recolección de firmas hasta algunas gestiones a nivel parlamentario.
