En su columna Conciencia Sur, de la cadena alemana Deutsche Welle (DW), el título de la última columna fue «Ucrania y la ceguera de Europa». Sobre la guerra en Ucrania sostuvo que «tuvieron todos los elementos para encontrar una salida política, pero el peor ciego es el que no quiere ver. Aunque exista una montaña de soldados en el horizonte, cuando no los quieres ver, no los quieres ver».
Mujica recuerda en la misma sus días en la universidad moscovita de Lomonosov, y menciona que Europa también tiene su propia simbología, no del todo alejada de la que él presenció en la Unión Soviética de aquellos días.
Sostuvo que «las viejas monarquías en Europa han contribuido enormemente a los sentimientos de nacionalidad que perduran aún con los cambios políticos» y acota que «cuando veo la veneración del pueblo británico con su vieja reina, son sentires, y simbolizan tal vez el andar de una nación». Recordó que «hace muchos años estuve en el Lomonosov, era joven y eran otros tiempos, desde el punto de vista ideológico, en aquellos territorios que componen el espacio actual dónde existía la Unión Sovietica». El ex mandatario hizo referencia entonces a la actitud de gente que llegaba a Moscú desde muy lejos desde (2.000 o 3.000 kilómetros), «de la rusia siberiana» y esa gente «con profunda emoción se sacaba una foto al lado de la campana de Iván (EL Grande)…. me daba cuenta de que una cosa era la propaganda oficial que existía y muy otra el sentir hondo de buena parte de la sociedad rusa».
«Ese misticismo nacionalista está y existe conforme a las naciones. A veces desgraciadamente en la mediocridad de la política contemporánea se subestima el papel que pueden cumplir estas cosas» dijo. Agregó que «una de las reglas más elementales es aquello de que no pretendas que te den, lo que no te pueden dar. Debería ser algo tener en cuenta»
Para Mujica «hemos perdido mucho del realismo conservador. No sé hasta cuando la vieja europa pretende vivir a la sombra de la Otan y no hasta cuando mantendrá la ceguera de no darse cuenta de que necesita ser uno de los polos que decide en la suerte de este mundo»
«Lamentablemente el desastre de Ucrania, está abandonada por la impotencia política, obviamente con la vieja tradición imperial zarista de Rusia. Sabemos que el derecho común de no intervención no corre cuando la necesidad imperiosa hace sentir a las naciones poderosas. Así debe ser. No funcionó en Bagdad, no funciona en Ucrania, no funcionó en Siria», concluyó.
