Aeropuerto Daxing de Beijing: la nueva puerta de China al mundo

La mega terminal de 700.000 m² es un hito arquitectónico y tecnológico.

Siete pistas, trenes de alta velocidad integrados y capacidad para recibir más de 100 millones de pasajeros al año convierten al Aeropuerto Internacional Daxing, en Beijing, en una auténtica obra futurista. Su diseño en forma de estrella no es solo un despliegue de ingeniería, sino también un modelo de eficiencia: los viajeros pueden desplazarse entre puertas en apenas ocho minutos a pie.

Considerada hoy la terminal aérea más grande del planeta por superficie operativa, Daxing abarca 700.000 metros cuadrados. El proyecto demandó una inversión de 80 millones de yuanes (unos 12 mil millones de dólares) y permite realizar más de 630.000 operaciones aéreas anuales. Desde su inauguración, China dio con esta obra un salto decisivo en el desarrollo de infraestructura global, reafirmando su liderazgo en diseño y tecnología aeroportuaria.

La estructura lleva la firma de la reconocida arquitecta Zaha Hadid, cuya estética futurista continúa marcando las grandes obras del siglo XXI. Con su diseño en forma de estrella —o, según otros, de ave fénix en vuelo—, Daxing combina belleza, funcionalidad y una experiencia de usuario optimizada. Todo está pensado para reducir distancias, minimizar esperas y maximizar la comodidad.

Con una red integrada de trenes de alta velocidad y siete pistas operativas, el aeropuerto se consolida como un hub estratégico de alcance global, capaz de conectar continentes en tiempo récord. Más que una obra de transporte, Daxing es una declaración del liderazgo chino en infraestructura, innovación y visión de futuro. En una época donde la movilidad redefine sus prioridades, China responde con una terminal que fusiona diseño, eficiencia y conectividad a una escala sin precedentes.

Tecnología sustentable

Siguiendo la línea de la energía verde, China decidió que Daxing operara bajo estándares de sostenibilidad inéditos. Más del 60 % de sus áreas interiores se iluminan con luz natural, lo que reduce notablemente el consumo energético. Además, cuenta con sistemas de ventilación inteligente, energía solar y una certificación “verde de nivel superior” en más del 70 % de sus edificios principales, incluidas la terminal y las áreas de servicio.

Los paneles fotovoltaicos instalados en los techos de aparcamientos, hangares y zonas de carga generan alrededor de 10 MW de electricidad, mientras que un sistema geotérmico (GSHP) regula la temperatura durante todo el año, proporcionando calefacción en invierno y refrigeración en verano. A esto se suma un sistema de recolección y tratamiento de agua de lluvia con capacidad para almacenar hasta 2,8 millones de metros cúbicos, lo que refuerza su perfil ecológico.

La sustentabilidad también se refleja en el diseño paisajístico: humedales, estanques y cursos de agua actúan como moderadores térmicos naturales y reducen el efecto de isla de calor. En cuanto a movilidad interna, más del 77 % del parque vehicular del aeropuerto utiliza nuevas energías (NEVs), con más de 500 puntos de carga disponibles.

Toda esta infraestructura se integra a una plataforma tecnológica avanzada que redefine la experiencia de viaje: check-in automatizado, reconocimiento facial desde el registro hasta el control de seguridad, canales de inspección inteligentes que agilizan los flujos de pasajeros, gestión aérea sincronizada entre torre y centros de control, y sistemas de traducción en tiempo real para facilitar la comunicación con el personal. La señalización digital y las pantallas interactivas completan un ecosistema pensado para guiar al pasajero de forma intuitiva y eficiente.

Cultura y espacios temáticos

El Aeropuerto Beijing-Daxing no solo conecta destinos, sino también culturas. Su diseño integra arte, tradición y tecnología para convertir el tránsito aéreo en una experiencia estética y simbólica. Bajo la dirección de la Central Academy of Fine Arts (CAFA), se desarrolló un plan maestro de arte público que distribuye esculturas, murales y obras contemporáneas en pasillos, salas VIP, jardines y zonas comunes.

El recinto también cuenta con un pabellón de experiencia digital donde los visitantes pueden sumergirse en proyecciones inmersivas y exhibiciones culturales temporales. Estas instalaciones se combinan con pasillos artísticos, murales temáticos y espacios que promueven la interacción entre el arte y el viajero.

A lo largo de las cinco “alas” del aeropuerto se encuentran jardines temáticos (como el Jardín del Té, el Jardín de la Seda o el Jardín de la Porcelana), que evocan la serenidad de los clásicos jardines chinos y ofrecen un respiro natural entre vuelos. Estos espacios, bañados por luz natural, fusionan paisajismo tradicional y arquitectura contemporánea.

Por último, las áreas comerciales de Daxing mezclan marcas locales con productos culturales y creativos, convirtiendo cada rincón en una vitrina de la identidad china. Incluso los stands interactivos permiten al viajero conocer más sobre China y planificar su próxima escala, reforzando el espíritu del aeropuerto como punto de encuentro entre el arte, la tecnología y la cultura del país.

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1 Comentario

  1. Habría que promover el turismo desde Asia Cuando se va al aeropuerto de San Pablo uno se asombra de las largas colas con destino a Dubai y otros del Cercano y Lejano oriente
    No sería imposible que vinieran a conocer Uruguay en verano

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