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Alcaraz demoliciones

Una de las cosas que me sorprendía de este jovencito es la épica que transmite en sus partidos, la adrenalina que contagia.

Como nunca antes de esta columna, no voy a referirme a la final del Madrid Mutua Open, Master1000, ganada ayer en la Caja Mágica de la capital española, por el Muchacho Maravilla (que no es Robin) porque el resultado de 6/3 6/1 ante el campeón defensor, Sascha Zverev, me exime de ello, sino a la figura de Carlos Alcaraz y sus partidos de Cuartos y Semis, ante Rafael Nadal y Novak Djokovic, 2 de los 5 mejores de la historia del tenis, sin dudas (Federer, Sampras y Laver los otros 3).

Cuando escribí hace cosa de 1 mes una columna referida a Carlitos, decía que el futuro es ahora, pero este murciano de 19 años recién cumplidos (el 5 de mayo ) no deja de maravillarme .

Una de las cosas que me sorprendía de este jovencito es la épica que transmite en sus partidos, la adrenalina que contagia, pero en el partido contra Rafa, otro abonado a la tensión, al grito de la tribuna, a las ovaciones del público, saltaron todos los sensores, baste decir que al cabo de ese match, de 3 horas 30 minutos, me tuve que duchar como si hubiera jugado. Un primer set para mi tocayo, un fácil 6/2, la segunda manga para Rafa tras una caída con una leve lesión que saco del foco mental al joven maravilla, 6/1 para Rafa y se fueron al tercero, al de la verdad, donde había que sacar al ídolo que es Rafa para Alcaraz, bajar de la pared el poster del manacori, y atreverse a ganarle. El famoso Miedo a la Victoria, que muchos tienen y pocos, solo los grandes, superan.

Y Carlitos lo hizo, con un final a lo Rafa, rescatando una bola increíble en el match point, para cerrar el partido y su pase a Semis.

Allí, como premio a su triunfo, lo esperaba el 1 de la ATP, un guerrero como pocos, haciendo honor a su origen, Serbia, Nole Djokovic quería hacerle sentir toda su categoría, camisetearlo, ganarle por portación de apellido, pero no pudo.

Al igual que en cuartos, tras 2 larguísimos sets de mas de 1 hora cada uno 7/6 para Nole y 7/5 para el español, fueron al tercero, y no se pudo definir hasta llegar al tie break, donde el de 19 se portó como un veterano, no le tembló la mano ni el brazo, y lo cerro a lo grande.

Algunos apuntes del juego de mi tocayo: con un segundo saque tan jugado, tan veloz, es esperable muchas dobles faltas, pero no, casi todos van adentro. La volea es de las mejores del circuito, por técnica perfecta, pero sobre todo por timing, sube a la red cuando hay que subir y definir el punto, lo que le evita peloteos largos y desgastantes.

Por último, la frutilla de la torta, el drop, esa dejadita de la bola cerca de la red, que esconde hasta lo último y ejecuta con precisión asombrosa, llave de su partido ante Rafa y ante Nole, pocos, mejor dicho ninguno, lo hace como él.

En fin, lo del título, Alcaraz está demoliendo a quien se le ponga adelante, no tiene techo, y si la suerte lo acompaña en el sentido de no lesionarse, estamos en presencia de una figura dominante del tenis de los próximos 15 años, como ninguna otra de los últimos 20, salvo, claro, Roger, Rafa, y Nole.

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