La ciencia progresa rápidamente hacia nuevos límites, apuntando a la nanotecnología. La finalidad de esta disciplina es comprender, definir, manejar y aprovechar las propiedades físicas de la materia a nanoescala para sugerir efectivas soluciones de relevancia social y tecnológica.
En este contexto, los científicos investigan métodos innovadores para tratar cuestiones de salud mediante el uso de nanopartículas y bacterias alteradas. Un impacto se produce en la biomedicina mediante terapias que luchan contra la obesidad.
Estas técnicas no solo transforman la grasa blanca en grasa de color beige; en otras palabras, en lugar de conservarla, queman las calorías. Sino que también, disminuye la inflamación vinculada a la obesidad, un elemento crucial en la aparición de patologías metabólicas. Al mismo tiempo, al abordar la inflamación crónica que agrava las enfermedades metabólicas, ataca la obesidad desde su raíz, en lugar de limitarnos a controlar los síntomas. El método apunta a dirigir la acción de la medicación directamente al tejido adiposo, acción que podría potenciar los efectos terapéuticos y reducir los efectos secundarios.
Según los especialistas, los estudios preclínicos mostraron mejoras en la salud metabólica sin toxicidad, lo que pone a esta tecnología como una prometedora opción para tratamientos clínicos de la obesidad. Esto representa un cambio de paradigma en el tratamiento de la obesidad.
A nivel global, en 2022, 2500 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales más de 890 millones eran obesos. Por lo que esta investigación demuestra cómo la ingeniería biomédica y la cuentica innovadora pueden transformar compuestos naturales en potentes herramientas terapéuticas.